Mientras millones de personas en el mundo celebran la Navidad el 24 y 25 de diciembre, en varios países esta festividad no tiene el mismo significado o directamente no se reconoce debido a tradiciones religiosas, culturales o políticas estatales.
Hay países en los que no sólo no se festeja sino que está prohibido hacerlo. Y en otros lugares es una fecha sin trascendencia, pero celebran otras festividades para adaptarse al ritmo de Occidente .
¿Querés saber cuáles son?
Arabia Saudita: Ubicado en Asia Occidental, es un país musulmán que no celebra la Navidad. Incluso, quienes se animen a festejar pueden ser perseguidos. La minoría cristiana tiene que celebrar en privado y no pueden hacer demostraciones en público.Arabia Saudita emitió una reglamentación anual que prohíbe "signos visibles" de la celebración de la Navidad. Ni los musulmanes y ni los visitantes pueden festejar.
Argelia: El 98 por ciento de los habitantes también profesan la religión del Islam, por lo que no existe la Navidad para ellos. Al norte de África, a orillas del mar Mediterráneo, este país tampoco celebra en estas fechas de diciembre.
Irán: Quizás es uno de los pocos países que aunque no celebra, cuenta con algunas zonas donde se organizan fiestas navideñas. En Oriente Medio, junto al golfo Pérsico -y al sur, al golfo de Omán-, su nombre oficial lo dice todo: República Islámica de Irán.
Tayikistán: Ubicado en Asia Central, este país se independizó en 1991 de la ex Unión Soviética y el 98% de su población es musulmana. Limita con Afganistán, China, Kirguistán y Uzbekistán, y fue uno de los últimos países en sumarse a las prohibiciones de las tradiciones navideñas. Están prohibidos los árboles de Navidad, el intercambio de regalos y los disfraces de Papá Noel.
Brunéi: ​En Asia, en el norte de la isla de Borneo, es un pequeño país cuyos días festivos corresponden, en su mayoría, a fiestas islámicas porque allí se sigue el calendario musulmán. Quienes no adhieren al Islam pueden celebrar la Navidad pero no está permitido hacerlo en público.
Corea del Norte: En noviembre de 2016, Kim Jong-un decidió censurar las reuniones relacionadas con el alcohol y el canto o el entretenimiento que agrupara personas. La medida no fue tomada contra la Navidad, pero la festividad cristiana pasó a ser prohibida. Se pueden ver árboles de Navidad y luces decorativas en algunas zonas de Pyongyang, como hoteles, restaurantes o tiendas de lujo, pero los símbolos religiosos fueron suprimidos. Para la fecha de Navidad, se permite que la población celebre públicamente el cumpleaños de la abuela de Kim Jong-un.
Somalia: Hay países musulmanes, que aunque tienen minoría cristiana, permiten celebrar la Navidad. No es el caso de Somalia, situada en el este africano en el llamado de "Cuerno de África". Su gobierno prohibió la celebración, argumentando que estas fiestas "no tienen nada que ver con el Islam".
China: No es una Fiesta oficial, pero la Navidad en la República Popular China encuentra a las casas decoradas como una manera de recibir el año nuevo occidental. A través de los milenios, la cultura y las tradiciones chinas fueron influenciadas por el confusionismo, el budismo y el taoísmo. Varias semanas después del 31 de diciembre, sus habitantes -y todas las comunidades chinas del mundo- reciben el Año Nuevo Chino.
Tailandia: Tampoco celebran los habitantes, pero al tratarse de un destino turístico del continente asiático -tanto su capital Bangkok como sus playas de ensueño-, en los hoteles y restaurantes ofrecen cenas de Nochebuena y almuerzos de Navidad para los numerosos visitantes.
El especial caso de Uruguay
Desde 1919, Uruguay retiró la Navidad de su calendario oficial, reemplazándola por el "Día de la Familia". Esto forma parte de un esfuerzo por separar el Estado de la influencia religiosa, en línea con su carácter laico y el alto porcentaje de personas no religiosas en su población.
La secularización uruguaya comenzó a principios del siglo XX. Durante este período, se impulsaron múltiples reformas sociales y culturales.
El gobierno eliminó símbolos religiosos de los espacios públicos. Esto incluyó la educación y la administración estatal.
El "Día de la Familia" se celebra con tradiciones locales. Incluye comidas típicas y encuentros entre seres queridos. Muchos uruguayos valoran esta festividad como un día de unión. La celebración se adapta a diferentes creencias y costumbres.
Con el tiempo ha ganado adeptos y cada generación lo incorpora como parte de su identidad cultural. La laicidad uruguaya es un pilar de su sociedad moderna. Y en ese sentido el "Día de la Familia" promueve valores que trascienden lo religioso y fortalecen el vínculo comunitario.