



En el Tedeum por el Día de la Independencia, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, envió un mensaje cargado de preocupación por el presente del país y llamó a los gobernantes a cultivar la libertad, la paciencia, la justicia y la paz como pilares que aún pueden sostener el alma de la Nación.
En ese marco, enumeró problemáticas que, según dijo, “no alimentan la esperanza de un mañana mejor”: el descenso de la natalidad, el deterioro de la calidad educativa e institucional, el aumento del consumo de drogas, la violencia verbal entre dirigentes y la falta de respeto por la justicia.
“Nos duele profundamente la caza del poder a costa de la destrucción del adversario, ignorando que no somos dueños de la vida de nuestros conciudadanos”, afirmó con contundencia.
El arzobispo propuso como camino de transformación cuatro virtudes centrales: libertad, paciencia, justicia y paz. Sobre la libertad, instó a no reducirla a un ejercicio individualista: “Felices los ciudadanos que viven su libertad ayudando al otro a ser libre”.
Finalmente, exhortó a cuidar el lenguaje y promover la paz: “Tendamos puentes, no cavemos fosas. Somos hermanos, estamos en la misma barca. Respetémonos”.





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