Patentes de Papel: Por qué miles de vehículos circulan de esta forma en la calle

Más de medio millón de vehículos en Argentina circulan actualmente con matrículas provisorias de papel pegadas en sus vidrios, una situación generada por la persistente falta de chapas metálicas. Esta realidad, que se extiende por todo el territorio nacional, ha puesto en el centro del debate la efectividad de la fiscalización de tránsito, particularmente en lo que respecta a las fotomultas por exceso de velocidad. 

La clave de esta problemática se encuentra en un vacío estructural del sistema: Según informó Infobae, aunque los radares de velocidad homologados en Argentina están diseñados para vincularse con cámaras que capturan imágenes de los vehículos en infracción, la información de las matrículas de papel no se integra de forma directa al sistema nacional con los datos del titular del automóvil o motocicleta. Esto significa que, si bien la cámara puede registrar la secuencia alfanumérica de la patente provisoria, esa información no permite identificar rápidamente al propietario del rodado.

Concesionarias y Registros de la Propiedad Automotor han explicado el proceso: Al momento de la entrega de un vehículo 0 km, se adjuntan estas matrículas de papel con los datos básicos del auto. Si bien cada registro tiene un lote de estos documentos y les agrega la información específica del vehículo, una vez que son librados, esa data no se carga en el sistema centralizado de dominios. La información queda confinada a la dependencia donde se realizó el trámite, y no se vincula con la patente definitiva que el vehículo eventualmente recibirá.

Esta desconexión genera una barrera significativa para las autoridades al intentar emitir una multa. Para poder notificar al infractor, sería necesario detectar en qué Registro Automotor se emitió la matrícula provisoria, contactar a esa dependencia, solicitar los datos filiatorios del titular, cargarlos manualmente y finalmente proceder con la infracción. En teoría, el proceso es posible, pero llevarlo a la práctica se convierte en una tarea inmensamente compleja y costosa en términos de tiempo y recursos humanos.

Según el medio citado, fuentes de organismos de control municipal han confirmado esta dificultad. "Es casi imposible rastrear el auto aún si se pudiera leer correctamente la patente de papel porque en el sistema nacional está cargado cada auto con su dominio, que no es esa placa provisoria sino el número de la patente de chapa que tendrá cuando se la entreguen", señalaron. La situación se agrava en el caso de las motocicletas, donde solo se emite un permiso de circulación no visible que contiene los datos del conductor y el vehículo.

Atención conductores: Habrá más cámaras con fotomultas

Las matrículas de papel son un instrumento provisorio histórico, que solía tener una validez máxima de 30 días mientras se tramitaban las patentes metálicas. Sin embargo, a partir de 2023, demoras en la Casa de la Moneda para importar materiales y, luego en 2024, una reestructuración en la provisión de las chapas, llevaron al Ministerio de Justicia a extender la validez de estas matrículas provisorias hasta 180 días.

Actualmente, la nueva empresa proveedora, Tonnjes Sudamericana S.A., se encuentra trabajando para restablecer el flujo de matrículas metálicas. No obstante, se estima que esta tarea demandará varios meses, considerando el stock de más de 600.000 chapas atrasadas y el continuo incremento en las ventas del mercado automotor, con casi 55.000 automóviles y 40.000 motocicletas por mes.