2026 arranca con un nuevo esquema de subsidios: Quiénes pierden y quiénes conservan la ayuda

Desde este jueves entra en vigencia el Sistema de Subsidios Focalizados a la Energía (SFE), que simplifica la segmentación y reduce la asistencia estatal a los usuarios de electricidad y gas. Se unifican planes y se establecen topes de consumo según criterios bioclimáticos.

Con el inicio del nuevo año, los hogares argentinos enfrentan un cambio importante en sus facturas de energía. El Gobierno nacional puso en marcha el Sistema de Subsidios Focalizados a la Energía (SFE), que reemplaza la segmentación previa y define dos grupos de usuarios: los que mantendrán subsidios limitados y los que ya no contarán con ningún apoyo estatal.

El ajuste afectará principalmente a quienes antes recibían ayuda parcial, como los del segmento intermedio (N3), y también a algunos usuarios de mayores ingresos (N1) que todavía contaban con un subsidio residual. Para estos hogares, la factura reflejará ahora el 100% del costo real de electricidad y gas, un aumento que rondará entre el 20% y 25% respecto del esquema anterior.

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El nuevo sistema unifica planes que antes operaban de manera paralela, como el Plan Hogar y la Tarifa Social, evitando duplicaciones de beneficios y simplificando la administración. Además, introduce topes de consumo que buscan promover un uso racional de la energía, reduciendo excesos que puedan sobrecargar las redes, especialmente en picos de demanda durante el verano.

Uno de los debates más importantes durante la consulta pública fue la consideración de las condiciones climáticas. Mientras que los cupos para usuarios de regiones templadas, como Buenos Aires, se ajustan a sus necesidades, el calor extremo en el Norte y el consumo de gas en garrafas en la Patagonia requieren criterios diferenciados. Por ahora, solo se aplicaron ajustes bioclimáticos al gas natural por redes, y queda pendiente definir cómo se aplicarán en otros casos.

El esquema incluye un “descuento transitorio” del 25%, que funcionará como un mecanismo de transición para amortiguar el impacto del cambio. Sin embargo, no está definido si este beneficio será exclusivo para quienes conserven subsidios o si también se aplicará a los que los pierden. La certeza sobre cómo impactará en las facturas se conocerá recién a partir de febrero y marzo, cuando se emitan las primeras boletas bajo el nuevo sistema.