Bº Mirasoles: Vecinos piden mejoras en plazas y calles

En Bº Mirasoles, bicado al lado de Ciudad Judicial, son al menos cinco plazas que presentan malezas con una altura considerable, con los cual varios padres ya prohibieron a sus hijos ir a jugar en las mismas, según informa El Tribuno hoy.

Los papás tienen miedo por la gran cantidad de animales que están encontrando en los altos yuyales. Arañas de todos los colores y tamaños y hasta una víbora ciega encontraron los niños y el temor a una picadura se vuelve una posibilidad latente. "Nosotros ya encontramos una víbora en la plaza que está frente a las manzanas 695 A y B y es por eso que ya no dejo que mis hijos vayan a jugar", dijo una vecina que se llama Laura.

La mujer aseguró que la Municipalidad solo realizó dos desmalezamientos y cortes de pastos en lo que va de la temporada de verano, por lo que le parece "insuficiente" debido a la gran rapidez con que crece las plantas. Se debe agregar a la situación la gran cantidad de mosquitos que proliferaron en las plazas y que les llegan a los vecinos. Ellos ya armaron un grupo de Whatsapp y comenzaron a ver, con el aporte de todos, que la situación era más preocupante de lo que sospechaban.

"En el espacio verde que está detrás del obrador los chicos encontraron un alacrán. Hay fotos y testimonios, por lo que todos nos preocupamos", amplió Laura.

Los vecinos recordaron que el mismo problema tuvieron el verano pasado y que ellos mismos se organizaron y contrataron a particulares para el desmalezado. Les cobraron dos mil pesos el año pasado. Luego se preguntaron para qué pagan las altas tasas municipales si luego tienen que seguir pagando el extra para mantener a su barrio en condiciones que aseguren bienestar. Por otro lado, ya comenzaron a experimentar que el uso del espacio verde y público comenzó a mutar y ahora las plazas son utilizadas para otras cosas. 

Calles desastrozas

Otro problema que recurrentemente llega a la redacción de InformateSalta tiene que ver con el pésimo estado de las calles, que empeora después de cada lluvia.

Nunca pasó una máquina para emparejar las calles, los pozos son tremendos, y el barro que queda tras las precipitaciones convierten algunos sectores en verdaderos pantanos.