La casa donde mataron a Paola Guantay está abandonada

Hoy los jueces  Paola Marocco, María Livia Carabajal y Francisco Mascarello fueron hasta la casa señalada por todos los testigos, como el escenario donde Paola Daniela Guantay fue violada, torturada y asesinada. 

A media mañana llegaron hasta la vivienda de Juan Reynaldo Álvarez en el barrio 17 de Octubre, a pocas cuadras de donde vivía la víctima. La casa está abandonada desde el momento en que él fue detenido.  Allí con personal que documentó la medida pudieron observar el lugar, y compararlo con los dichos de los testigos que describieron la escena y señalaron a cada uno de los acusados. 

Luego a las 15 se reanudó la audiencia en el edificio del Poder Judicial de Salta, allí se reprodujo el video de la declaración de una testigo de identidad reservada que falleció. Se trata de uno de los dichos más controversiales y quien mayores datos aportó sobre el homicidio de Daniela. 

Los abogados defensores adelantaron que durante la jornada, sus defendidos declararán, aunque no se sabe si responderán preguntas de los jueces y fiscal. 

Los imputados en la causa son Julio César Monasterio, Norberto Silvestre, Carlos Alfredo Agüero y Juan Reynaldo Álvarez, por homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género por ser perpetrado con ensañamiento y por concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad.

Marisel Griselda Urzagaste, por su parte, está acusada del delito de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad.

M. L. M. (menor al momento del hecho) está imputada del delito de homicidio doblemente agravado por ser perpetrado con ensañamiento y por el concurso premeditado de dos o más personas, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal.