El dolor de una madre: “Nadie nos llamó para avisarnos que mi hija había muerto”

Sandra es la mamá de Gloria Dorado, una joven que murió el año pasado en un siniestro vial que ocurrió en Circunvalación Oeste. La conductora del vehículo, amiga de su hija, irá a juicio acusada del delito de homicidio culposo y ella salió a pedir justicia.

El trágico accidente ocurrió en la madrugada del domingo 11 de octubre en la entrada del barrio La Fidelina. En el auto viajaban la conductora, María Nazaret Victoria, su novio y la víctima, Gloria Dorado. Venían de pasar el día en una pileta en San Luis cuando la joven perdió el control del auto y volcó. Los tres ocupantes fueron trasladados al Hospital San Bernardo. Gloria murió mientras que Nazaret y su novio resultaron heridos.

La mujer contó que se enteró que su hija había muerto al día siguiente, alrededor de las 9 de la mañana. “Nadie nos llamó, ni nos avisó lo que había pasado. Una amiga de mi hija vino a casa a avisarnos”, relató la mujer en una entrevista con Ángel Mansilla de Central Policial por la CNN Salta 94.7.  

Ebria, volcó y provocó la muerte de una joven que viajaba con ella

El requerimiento a juicio para Nazaret fue elevado por la fiscala penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Verónica Simesen de Bielke, quien sostiene que la imputada, mientras conducía con un nivel de alcoholemia superior al permitido, habría perdido el control del rodado y derrapado, lo que ocasionó numerosos vuelcos del vehículo, y finalmente el fallecimiento de Gloria Alejandra Dorado.

“Nosotros pedimos las pericias toxicológicas para la acusada y su novio porque en el Hospital no se las hicieron en ese momento. El expediente detalla que se toma el mínimo, es decir 1.39, pero nosotros creemos que era más, como también la velocidad en la que manejaba Nazaret”, destacó.

Las jóvenes eran amigas, y lo que más le duele a Sandra es que en todo este tiempo Nazaret no se comunicó con ella para pedirle disculpas. “Nos duele que ella jamás nos haya escrito. Nos dio vuelta la espalda y nunca nos quiso hablar”, finalizó la mujer con dolor pero con la entereza de quien quiere Justicia.