Te contamos a cerca de las ciudades más antiguas de América del Sur, que han resistido el paso del tiempo y a través de las cuales podrás viajar al pasado y conocer su valioso patrimonio cultural y arquitectónico.
Desde la época de la conquista española y hasta la actualidad, incluso desde antes de esa época, muchas de las ciudades más emblemáticas de los países sudamericanos conservan huellas que muestran tanto la identidad de sus pueblos originarios como la influencia española y europea tras haber sido colonizadas.
Esa función entre ambas culturales y lo que ha quedado de ello, despierta el interés de muchos turistas amantes de la historia, la cultura y las antigüedades. Muchas de las ciudades más viejas de esta parte del continente son las ciudades capitales.
Aramos un listado para que sepas cuáles son y aportamos algunas características para cuando organices tu viaje. No dejes de conocer Cusco, Quito, La Paz, Lima, Santiago, Asunción, Buenos Aires, Santa Fé de Bogotá, Guayaquil y San Juan de Pasto en Colombia.
No sólo te será útil si estás organizando un viaje sino también si está pensando en cambiar de vida y moverte a otra ciudad. Muchos de los países donde se encuentran estas ciudades ofrecen facilidades para asentarte y han modificado sus políticas como es el caso de los servicios de residencia en Paraguay con descuentos impositivos.
Un breve recorrido por las ciudades más antiguas
Cusco, Perú: fundada en el siglo XI por los incas.
Cuzco una de las ciudades más lindas de América del Sur, fue la capital del Imperio Inca y es conocida por sus ruinas arqueológicas y la arquitectura colonial. Es un lugar increíble a donde parece que el paso del tiempo no ha llegado. En calles se puede disfrutar de las costumbres y la vida cotidiana de sus habitantes, que llaman la atención por sus coloridos trajes tradicionales.
Quito, Ecuador: fundada en el siglo XVI a.C. por los indígenas Quitu.
Si estás de paseo por Quito no podés dejar de visitar el centro histórico, que fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Allí encontrarás la iglesia jesuítica, el Arco de la Reina, la calle con escalinatas Galápagos y el Palacio Carondelet, sede del gobierno nacional, entre otras.
La Paz, Bolivia: fundada en 1548 por los españoles.
Es la ciudad capital más alta del mundo, se encuentra a 3650 metros sobre el nivel del mar. Si bien no es la capital constitucional de Bolivia, es su sede de gobierno y la ciudad más poblada. Es característica por sus calles adoquinadas, y por estar rodeada de altas montañas.
La mejor manera de descubrir y conocer esta ciudad es a través del sistema de teleférico, que conecta los barrios más altos de la ciudad y en su trayecto podrás tener las vistas panorámicas más bellas de la ciudad.
Lima, Perú: fundada en 1535 por Francisco Pizarro.
Lima es la capital de Perú y es conocida por sus centenarias mansiones coloniales y los más de 600 monumentos que recorren su antigua historia. El punto neurálgico para recorrerla nace en la plaza San Martín donde se encuentra el monumento al Libertador. Otros puntos interesantes para visitar son: el Teatro Colón, el Club Nacional y el Hotel Bolivar.
Santiago, Chile: fundada en 1541 por Pedro de Valdivia.
Es el centro cultural y económico del país. Un alto porcentaje de los habitantes chilenos vive en Santiago. Se destaca por la Cordillera de los Andes y por ser el país desde donde conocer las atracciones y paisajes que posee el Pacífico.
Cuenta con una gran cantidad de museos, teatros, restaurantes y centros comerciales y una gran vida nocturna.
Asunción, Paraguay: fundada en 1537 por Juan de Salazar de Espinosa.
Es la ciudad capital y la más poblada de Paraguay. Esta ciudad puede sorprender a los turistas por la gran cantidad de atractivos que posee. Si planeas un viaje corto por Asunción no podés dejar de recorrer el Centro Histórico, el Museo del Barro, probar el tradicional chipá, pasear por la zona de Senador Long y conocer el barrio Loma San Jerónimo.
Durante el último tiempo, los servicios de residencia en Paraguay han cobrado protagonismo, ya que se han modificado las políticas tributarias del país, lo que es una gran ventaja para quienes buscan un destino de residencia permanente en el extranjero.
Santa Fe de Bogotá, Colombia: fundada en 1538 por Gonzalo Jiménez de Quesada.
Es una ciudad que cuenta con una gran variedad de atractivos turísticos pero que no es tan conocida. Cuenta con algunos sitios importantes y bellos a conocer como el Cerro de Monserrate, la Iglesia San Diego y la Catedral Primada.
Buenos Aires, Argentina: fundada en 1536 por Pedro de Mendoza y refundada en 1580 por Juan de Garay.
La capital de Argentina es conocida como la Paris de América del Sur, cuna del mate, el tango y con hermosos barrios antiguos, tradicionales y pintorescos, como La Boca y San Telmo. Posee una gran cantidad de edificios que se destacan por su gran arquitectura, como la Casa Rosada, el Teatro Colón y la Plaza de Mayo.
Además se destaca por ser una ciudad que alberga diferentes tipos de culturas y personas, algo que queda demostrado a través de sus instituciones y espacios culturales y su amplitud gastronómica.
San Juan de Pasto, Colombia: fundada en 1537 por Sebastián de Belalcázar.
Pasto se encuentra al oeste de Colombia, y es famosa por el carnaval de Negros y Blancos. Posee además un museo destinado a exhibir todas las grandes figuras que se han utilizado en cada celebración del carnaval. Otro de los atractivos a conocer es el Museo del Oro del Banco de la República que posee una gran cantidad de materiales precolombinos preciosos.
Guayaquil, Ecuador: fundada en 1538 por Francisco de Orellana.
Guayaquil es una ciudad portuaria que invita a ser recorrida para luego terminar disfrutando de unas hermosas playas. El Cerro San Ana es uno de los lugares más lindo para visitar, desde donde se puede obtener una vista única de la ciudad. Además un lindo paseo puede ser por su famoso Malecón y por el barrio Las Peñas declarado patrimonio cultural.
Además de ser las ciudades más antiguas, muchas son también las más lindas por sus barrios coloniales, sus costumbres, la presencia identitaria de sus pueblos originarios, y ese aire histórico que se respira en sus calles, que invitan a querer descubrir todas y cada una de sus historias a través de los mejores viajes.
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