El pasado 11 de marzo, una mujer denunció que estaba dando clases de baile en un colegio cuando vio que detrás de sus alumnas, a unos cinco metros aproximadamente, el hombre se encontraba sentado con un perro adelante.
Según lo relatado por ella, un momento el animal se movió del lugar en el que se encontraba, y fue entonces cuando advirtió que el sujeto se estaba masturbando. Lo increpó para que se vaya, pero no quiso hacerlo. La mujer, que ya había llamado al Sistema de Emergencias 911, optó por sacarlo a empujones, y se quedó allí hasta que la Policía se presentó con el hombre ya detenido.
Ante este caso, se realizó la primera audiencia multipropósito fijada en el marco del Plan Piloto de Oralidad en la que tanto la defensa como la fiscalía se encontraban presentes de manera virtual, en modo remoto en el Juzgado de Garantías 2, a cargo de Ignacio Colombo.
En el acto, las partes llegaron a un acuerdo de juicio abreviado y el juez condenó a un hombre como autor del delito de exhibiciones obscenas agravadas, y le impuso la pena de diez meses de prisión de ejecución efectiva. Además, fue declarado reincidente por primera vez atento a los antecedentes condenatorios que registraba.
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