La polémica del "Señor Tabaco" y la estrategia para no pagar $1.000 millones de dólares

El empresario Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí, está en el centro de la polémica mientras se discute la Ley Bases y el poder que amasó gracias al lobby que ejerció comienza a verse amenazado. Detrás, hay millones de dólares que pierden los argentinos; al menos los que no pertenecen al núcleo cerrado de la familia Otero según publicó Ámbito.

Es la tabacalera Sarandí la que produce los cigarrillos más económicos del mercado, las marcas Red Point, West, Master y Kiel. Como competidores tienen a gigantes de la industria a quienes logra doblegar gracias a que obtuvo una medida cautelar que los exime de pagar un importante impuesto.

Otero logró mantener las condiciones de mercado que lo favorecen, permitiéndole absorber aproximadamente un 33% del mercado de cigarrillos. El empresario sostiene que su compañía no debería pagar el impuesto interno mínimo a los cigarrillos porque sería injusto dada la capacidad económica de los grandes conglomerados tabacaleros en Argentina.

Ahora la Cámara de Diputados incluyó dentro de la Ley Bases, en una polémica votación, el capítulo que permitirá que la tabacalera Sarandí vuelva a abonar la misma alícuota del impuesto interno a los cigarrillos que pagan sus competidores en la industria. Por eso Otero reactivó sus operaciones de lobby.

El resultado fue muy ajustado: 82 votos afirmativos, 77 votos negativos, 69 abstenciones, lo que alcanzó para aplicar este cambio en el articulado.

Con los beneficios que obtiene mediante la medida cautelar, Tabacalera Sarandí deja de pagar el los impuestos internos mínimos al tabaco, actualmente 70%, y con la Ley Bases se iría a 73%.