Policiales23/08/2016

Le tocó la cola a una joven porque "estaba vestida de manera provocativa"

El domingo pasado un joven se trabó en lucha con otro que le tocó la cola a su novia y como pretexto adujo: “Si se viene así, que querés que haga”. De nuevo se vulneran los derechos de las mujeres a vestirse como deseen.

El episodio, que no hace más que adelantar las noches de verano en La Balcarce, sucedió el domingo pasado poco después de las 5, horario en que se produce el cierre y despeje del corredor de La Balcarce, y en el que se suele ver a hombres y mujeres caminar en grupos numerosos por calles Alsina y Necochea, a veces, en estado caótico debido a la embriaguez.

Este incidente que conoció InformateSalta, se desató en calle Necochea al 600, cuando una joven de 21 años, caminaba de la mano de su novio, cuya silueta y look no pasaron desapercibidos para otro muchacho, quien también caminaba por la misma arteria junto a otros dos amigos.

De pronto, y cuando nadie se esperaba semejante y osada reacción, el joven se separó de sus amigo y al pasar por al lado de la joven estiró su mano y le tocó la cola. Esa acción alteró a la muchacha, quien de inmediato empujó al intruso y alertó a su novio por el abuso del que había sido víctima.

Cuando el novio encaró al joven, éste no anduvo con vuelta y reconoció su accionar, aunque buscó justificarse. “Si se viene así, qué queres que haga…”, expresó el tercero en cuestión, quien en el acto fue blanco de golpes de puño de parte del novio de la joven ofendida.

La pelea sorprendió a los transeúntes, pero no se extendió demasiado debido a los golpes certeros del novio, quien rápidamente dejó sentado a su ocasional contrincante. En seguida, los dos amigos del sujeto entraron en acción y se lo llevaron rápidamente.

Más tarde, la joven ofendida, se presentó en la Comisaría Primera donde radicó la denuncia del caso, según supo InformateSalta, aunque su acusación no cayó del todo bien, no porque los policías hayan dudado de su veracidad, sino por el fuerte aliento etílico que despedía la muchacha.

El caso, más allá de la pelea en que desembocó, reavivó un debate en torno a la reacción de algunos hombres ante la vestimenta provocativa de las jóvenes, especialmente en la zona como el corredor de La Balcarce, y el derecho a las mujeres de vestirse como deseen sin que sean molestadas.