Sociedad15/09/2016

Salta vivió un Milagro, con fe, devoción y Misericordia

Tras renovar el pacto de Fidelidad, los salteños acompañaron las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro de regreso a la Catedral. Tras la bendición final, fieles y peregrinos sellaron su amor con los Santos Patronos hasta el próximo año.

Pasó muy rápido. Cuando los salteños más lo sentimos y disfrutamos en nuestros corazones, llegó el momento de despedirse nuevamente, pero hasta el año que viene. Tras una intensa jornada, terminó la Procesión del Señor y la Virgen del Milagro, luego de un día donde el tiempo acompañó a que miles de salteños y peregrinos de todo el país renovaran su fe y devoción.

A las 19:46 regresó la imagen de la Cruz Primitiva, quien inició el vuelo de los pañuelos en la Plaza 9 de Julio. Junto al ingreso del Santo Madero, comenzó el repicar de las campanas que empezaron a tocar la sinfonía del Milagro. Por detrás lentamente en imagen piadosa, el cuadro milagroso de la Virgen de las Lágrimas se acercó de regreso a la Catedral de Salta, bajo la copiosa lluvia de pétalos de claveles rosas, para volver a su retablo.

Finalmente, pasadas las 19:54 horas, por calle España, llegó primero la imagen de la Virgen del Milagro, ya bajo la luz artificial de una noche ya entrada. Con el canto de su himno, fue colocada del lado derecho de la Catedral, donde esperó la llegada del Cristo del Milagro, quien entró también por calle España, con la imagen imponente de miles de pañuelos que lo recibían, mientras la sirena del matutino local anunciaba uno de los momentos más importantes de Salta.

El monseñor Mario Cargnello volvió a tomar la palabra, para agradecer a todas las autoridades, funcionarios, entidades, organimos y fuerza que colaboraron intensamente durante los días de la novena y, especialmente, a lo largo de este 15 de septiembre. "El Señor nos ama, y su madre también; el Milagro es una propuesta de una sociedad nueva de unirnos, porque el amor todo lo puede", señaló antes de impartir la bendición con la indulgencia plenaria.

Fue a las 20:10 exactamente cuando se anunció que la fiesta del Milagro comenzaba a terminar. De inmediato, comenzaron a llover pétalos blancos desde el frente y las torres de la Catedral, acompañando el ingreso de la Santísima Patrona de Salta a la Catedral Basílica. Una vez que fue colocada en su trono, se dispuso el ingreso del Cristo Cruficado.

Para entonces, los corazones se estremecieron ante la imagen del regreso del Señor del Milagro a su templo. Fue el turno de los pétalos de claveles rojos para que llovieran sin parar, en señal de despedida del Jesucristo. Con la asistencia de la hermandad de la Catedral, finalmente lograron ingresar la sagrada imagen hasta su trono, mientras afuera la gente siguió cantando y bailando, felices por renovar su fe.