Sociedad15/12/2017

Padres de niños con autismo piden el compromiso de la comunidad en el uso de pirotecnia

Pese a que se sancionó y promulgó la ordenanza que prohíbe el uso y la venta de bombas de estruendo, los salteños aún no toman conciencia sobre los efectos que los estallidos provocan en personas con autismo. Su deseo para las fiestas que la sociedad cumpla con la norma.

Navidad y Año nuevo son fechas esperadas por la gran mayoría de las personas para brindar y celebrar en familia. Sin embargo, para muchas familias son noches de sufrimiento, especialmente para aquellas donde algún miembro sufre autismo. Los estallidos de las bombas de estruendo provocan severos daños que pueden hasta derivar en internaciones.

“Hace falta un cambio cultural. Cuando ganó independiente, hace pocos días, festejaron con bombas de estruendo. Culturalmente está instalado el uso de la pirotecnia para cuestiones políticas, deportiva, religiosa, etc. Somos conscientes, pero es una buena medida que se haya sancionado y reglamentado la prohibición de la venta y el uso de las bombas de estruendo”, manifestó Luis González, presidente de la Asociación TGD padres TEA Salta.

Gonzáles se refirió a una reunión que mantuvieron con el concejal Matías Cánepa y funcionarios municipales para conocer sobre la implementación de la prohibición de bombas de estruendo y otra pirotécnica.

“Venimos luchando hace mucho, generando conciencia en todas las oportunidades que tenemos. Hace falta el compromiso de todos, no sólo de la Municipalidad, sino también del que va a comprar pirotecnia, del que vende, del vecino que tiene que denunciar, de todos”, dijo en InformateSalta.



Las bombas de estruendo no sólo afectan a niños y adolescentes con autismo, sino también a los adultos mayores y bebes. “Produce crisis nerviosas, taquicardia, autolesiones, dentro del espectro autista hay chicos que no hablan entonces no pueden decir cómo les duele y se autolesionan”, sostuvo.

González señaló la importancia de poder cambiar la pirotecnia sonora por otras que no provoquen ruido. “Cuando mi hijo era más chico se le cayeron tres chasqui bum de la misma bolsita y se revolcaba de dolor de oídos, literalmente se revolcaba de dolor”, recordó.

Según señaló el hombre, las personas con implante cocleares también sufren, “a las 24 horas le tienen que desconectar los implantes porque funcionan a través de vibraciones y decibeles”.

En una familia con un niño autista, las fiestas no siempre son momentos de alegría. “Los papás buscamos diferentes maneras de llegar a las doce. Algunos adelantan el brindis y luego se encierran en una sala con música, con algo que entretenga a los hijos, algunas familias prefieren alejarse de la ciudad, algunos padres llegan a medicar a sus hijos para que se duerman, no es fácil”.