Un velatorio especial de 20 días, con porcelana francesa y platos de oro
Luis Salva Usandivaras Riveaux no quiso despedir a su madre así nomás. Juntos venían pensando en cada detalle desde hace tiempo. Por eso, durante 20 días veló el cuerpo, pero quería vivirlo como si estuviera en su casa.
“A la casa funeraria llevo todos mis adornos, mi cristalería, platería y porcelana. Yo quería poner una araña inmensa pero no pude, pero nada hubiera sido posible sin la colaboración de la empresa Pieve que incluso me dejó permanecer durante más días de lo habitual, porque hay algunas salas que no quieren extender los días de velatorio”, dijo Luis Salva a InformateSalta.
Su madre, Rosa falleció el pasado 19 de agosto a los 71 años de edad, producto de un paro cardiorespiratorio tras un ACV. Y Luis vive todo este proceso de una manera muy especial, ordenada y planificada.
“Lo hago porque me hace bien, a mí me duele menos”, dijo, tratando de explicar el motivo de tan larga despedida.
Dentro de la organización prevista para el velatorio, por ejemplo, Luis contrata un fotógrafo para que retrate cada momento. Además, el servicio de café que se brinda en la Sala a todos los que lo acompañan, se hace con copas y tazas que lleva desde la casa que compartía con su madre. “Yo quiero sentirme como en mi casa. Y en mi casa usamos bandejas de plata y quiero que sirvan así, con esta vajilla de porcelana. En mi casa tenemos costumbres como las de antes, con el protocolo de la mesa, cubiertos de plata, platos con detalles de oro”.
“Yo me siento bien estando con las cosas que son mías, de la manera que estoy en casa”, explica sin sobresaltos, como si todo fuese muy natural.
La tanatopraxia
Apenas supo Luis el deceso de su madre, ocurrido durante la madrugada, Luis se comunicó con la empresa Pieve para que practiquen una tanatopraxia y evitar de esa manera que el cuerpo se corrompa. Ya lo tenía acordado, estaba previsto.
“Fue muy importante el trabajo del equipo de Lorena Reami, profesional que estuvo a cargo, que pudo hacer todo esto. Sin la participación de ellos hubiese sido imposible. Exige mucho tiempo y un equipo que lo pueda realizar”, destacó a modo de agradecimiento.
Mediante la tanatopraxia se cambian todos los fluidos del cuerpo por otros químicos, para que el cuerpo se mantenga y no se descomponga, y se dejan todos los órganos en su lugar.
Luis destacó que “en Lorena encontré alguien que me pueda entender, que me apoye y me acompañe en todo este proceso, sino hubiese sido difícil”.
El destino final
Luis se reconoce católico, aunque con algunos cuestionamientos a la Iglesia.
Asegura no estar de acuerdo con la cremación, es más, con la parafinación que está por realizar en Austria del cuerpo de su madre busca la eternización de los restos.
A posteriori, con el cuerpo incorruptible al paso del tiempo, y dentro del magnífico ataud presidencial elegido, planea depositarlo en un sarcófago y finalmente trasladarlo al mausoleo familiar dentro del Cementerio de la Santa Cruz, donde quedará expuesto.
“Lamentablemente no pude hacer un sarcófago de bronce como yo quería porque no encontré un buen fundidor acá en Salta. Entonces lo hice hacer de madera. Contraté un arquitecto que lo diseñó, y orientó en el estilo. Luego en nuestro mausoleo los ataúdes quedan expuestos como en una vidriera. No van sobre estantes, sino sobre consolas, que son como mesitas, todas decoradas y trabajadas, doradas al oro”.
De esta manera, Luis podrá visitar a su madre cada vez que lo desee, perfectamente conservada, a quien podrá contemplar a través de una tapa vidriada.
El caso será expuesto en la FUNEXPO
La historia de Luis Salva Usandivaras Riveaux despertó la curiosidad y admiración de todos, por lo que desde Pieve se solicitó exponerlo en FUNEXPO, el evento más importante de las empresas funerarias de sudamérica.
Se realiza cada dos años y participan profesionales del sector de todo el país y de Chile, Uruguay, Ecuador, Brasil, Portugal y México.