Justicia22/10/2018

Un policía, monjas y otros sacerdotes, entre los encubridores de Lamas

Tras la detención del ex cura, se conocieron detalles de los abusos padecidos por Juan Carlos García. En su declaración, el ex monaguillo habló sobre personas que integraron la red de protección y amparo al ex sacerdote.

Lamas, entrando a declarar

Después de más de 25 años de impunidad, Emilio Lamas pasó su primer fin de semana tras las rejas, nada menos que en el penal de Villa Las Rosas, la máxime para presos que llegan con la mochila de abusadores sexuales. Frente al fiscal la víctima acusó con nombre y apellido a sus encubridores.

Mientras su abogado trabaja para sacarlo con un planteo de prescripción, García brindó una declaración ampliada y dio acusó a quienes  silenciaron los abusos cometidos por el entonces Párroco de Rosario de Lerma.

Después de cometido el primer abuso, ocurrido en el paraje de El Alfarcito, cuando García tenía 14 años, el joven reveló que le dio a conocer la violación sufrida a sus amigos, José e Ismael, quienes no le creyeron. Con miedo se ausentó de la Parroquia por unas semanas.



“Yo se lo conté a una hermana franciscana, Yolanda. También se lo conté a la hermana Celestina”, dijo, la última le recomendó que no hiciera nada. “Dejalo para Dios”, fue el consejo. Luego comenzaron a relegar sus tareas: “No quería que toque casi nada de la misa”.

Cuando llegó el remplazo de Lamas, García pensó que tendría la oportunidad de que el nuevo párroco lo ayudara con su pena. Marcelo Burgos, sin embargo lo relegó aún más, aunque asegura que intentó seguir con su servicio hasta que lo confrontó. “Deja de hablar macanas del cura”, le dijo.

Reveló otro incidente esta vez con la hermana Eva, según García, generó varios hasta que  finalmente lo echó de la parroquia. Depreciado por todos, no dejó de asistir a la iglesia, donde en una oportunidad mantuvo una conversación con Mario Lamas, un sobrino del sacerdote que lo violó. Según declaró le preguntó que le había hecho su tío, y  le contó de los abusos sexuales, este se comprometió a hacer algo pero nada sucedió.

La víctima


García, afirmó que llegó a hablar con la madre del sacerdote que lo violó, le contó lo que su hijo le había hecho, pero ella se quedó callada y no dijo una palabra, ni siquiera para negar las acciones cometidas, supuestamente, por su hijo.

Luego  García fue citado a la parroquia, donde mantuvo una reunión de la que participaron el Monseñor de la ciudad, Julio Blanchoud, Arzobispo de Salta; el padre, Jesús Quintana, vicario de la parroquia y el ex cura Lamas.

García contó que en ese cónclave, según lo declarado, Quintan fue “determinante”. Sus intervenciones siempre apuntaron a desprestigiarlo y promovió que lo expulsen de la iglesia. A su vez, agregó, renegaba de Lamas. “Este cura pu…, en vez de cu… mujeres, anda con pendejos”, recordó García, quien aseguró que siempre buscó ayuda dentro de la Iglesia, sin embargo, nadie le extendió una mano. “Le conté a Arturo Méndez, María Rosa Tanus, a los chicos del coro y nadie me creía, yo era loco, lo peor el culpable. Y llegue a sentirme así, todos me hicieron sentir así”, expresó.



Agobiado fue a la justicia donde le recomendaron formalizar la denuncia, pero su padre se negó. Dijo haber sufrido un hecho de violencia a manos de un policía, Ochoca, quien lo “aporreó”. “Con los curas no te metas, boludo”

Por último aseguró que Lamas lo visitó en su trabajo. “Lamas fue a buscarme a la radio, me dijo que me callara y no dijera nada”, explicó García, quien entendió que la reacción del ex cura respondía al temor que éste tenía a que diera a conocer por la emisora los abusos sexuales de los que fue víctima.