Para todos era un empleado pero al morir se dieron con que era el "dueño"
Cristian Colqui era un joven de 31 años que trabajaba en la cadena de carnicerías Centro Integral de Carne. Sin embargo, al fallecer en un siniestro vial, su familia descubrió lo que realmente pasaba. Conocé la historia.
La muerte de un joven de 31 años, Cristian Colqui, a principios de diciembre producto de un siniestro vial en Circunvalación Oeste, despertó muchas dudas. Especialmente, en su padre, Julio Argentino Colqui, que a los días del deceso de su hijo recibió una notificación de AFIP por una deuda de 5 millones de pesos, relató El Tribuno.
Tras cartón, el embargo de la propiedad del progenitor, el agente municipal, quien inmediatamente expuso su reclamo a los empleadores (Centro Integral de Carne) de su hijo fallecido y se dio con la sorpresa de que los mismos estaban vaciando ya la empresa original. Colqui, indignado, buscó una solución al conflicto y solo recibió amenazas.
Colquí dijo ayer a El Tribuno: "No fui a pedirles nada, fui a reclamar lo que mi hijo Cristian Colqui trabajó durante cuatro años, la parte laboral, sus sueldos, los seguros y me di cuenta que no tenía nada. Mi hijo vivía en una pieza donde habitan hoy los verdaderos dueños".
El joven se encontraba inscripto en la sociedad Timón y Pumba S.R.L. junto a otro joven de 20 años cuyo objetivo era la comercialización agropecuaria, agrícola, alimenticios primarios, etc. Sin embargo, según el testimonio del padre ante la mirada de la familia era solo un empleado de la empresa y no el dueño.
"Estaba prácticamente secuestrado, un caso de trata de persona, ya que no hay papeles que acrediten cuánto cobraba y si cobraba. No tenía bienes pero sí deudas millonarias con la AFIP, así que eso del accidente habría que investigar a fondo", dijo Colqui indignado.
Luego, tras llorar su mal momento, relató los pormenores de la contratación laboral de su hijo. "Hago esto para terminar con este negocio de tener a personas casi indigentes para evadir millones a la AFIP y matar en algunos caso civilmente a los testaferros al quebrar la razón social y dejarles a los firmantes enormes deudas y en otro caso como el de mi hijo que perdió la vida en un hecho que parece un accidente, pero que hoy tengo mis dudas", dijo.
Bajo el asesoramiento legal de Rodrigo Escovar Colqui chequeó en la AFIP que la cadena de carnicerías Centro Integral de Carne ya había girado con otra razón social. Esta sería, según el abogado, El Duende SRL que dejó millones de pesos en deudas fiscales, que están a nombre de una socia gerente que resultó ser también empleada de una de las carnicerías.
"Pero si esto alarma, descubrimos que la razón social donde mi hijo figuraba como socio gerente con un alto porcentaje de acciones está en este momento cambiando de razón social, haciendo peligrar mi domicilio particular", dijo el padre del testaferro forzado.
Por lo todo acontecido, el padre de Cristian Colqui duda de todo lo que pasó y para graficar su pensamiento señaló que el otro socio gerente de la SRL que presidía su hijo pobre, apenas tiene 20 años. "De aquí a la China, hay connivencia o falta de controles en estos empresarios que evaden y dejan un tendal de deudas incobrables y en este caso, una persona casi indigente pagó con su vida este tipo de maniobras. Hoy quiero justicia, investigación a fondo de estas sociedades y el peso de la ley sobre los responsables", dijo.
"Mi hijo a los 31 años, supuesto dueño de 9 carnicerías, se fue a la tumba con cuatro remeras y tres pantalones y vivió casi 4 años secuestrado en una pieza de tres por tres metros, eso no es justicia", concluyó su relato Colqui.