Macrocentro salteño: la violó en su casa y nadie de la familia la auxilió
Tras el paseo, un amigo invitó a la joven y a su amiga a su casa, donde ocurrió el ataque sexual. Sucedió en la planta alta de la vivienda, donde estaba toda la familia del acusado, quienes no hicieron nada para evitar el abuso sexual.
El abuso ocurrió el sábado pasado, cuando una joven del barrio Vicente Solá, salió de su casa para comprar pan y desayunar con su madre. En el trayecto, se encontró con una amiga, quien estaba junto a dos jóvenes, uno de los cuales tenía un automóvil.
Tras saludarse, la amiga la invitó a dar un paseo en auto, por lo que la joven regresó a casa, desayunó con su madre y se despidió para ir a pasear con su amiga y los dos jóvenes que la acompañaban, quienes se mostraron muy amables y atentos.
Luego del paseo, uno de los acusados invitó al grupo a ir a su casa, sobre la avenida YPF, en donde comenzaron a ingerir bebidas alcohólicas. Al pasar unos minutos, la joven de 18 años pidió permiso para ir al baño, por lo que el joven residente de la vivienda, le indicó que debía subir a la planta alta.
Cuando lo hizo se dio cuenta de allí no había ningún baño, pero lo que le llamó la atención fue que el joven estaba detrás suyo. La joven bajó a la planta baja e ingresó a un baño, tras lo cual el sujeto le dijo que sus amigos se habían trasladado a una habitación de la planta alta.
Confiada, la joven volvió a subir y al entrar a la pieza se percató de que allí no había nadie. En esos momentos, el agresor la empujó sobre una cama, donde la desvistió y por la fuerza y luego la sometió sexualmente.
Sin ayuda
La víctima indicó que al momento del ataque gritó en busca de ayuda, pero nadie la socorrió. Dijo que tras el abuso, cuando forcejeaba con el acusado para huir, el padre del mismo abrió la puerta y creyó que iba a ser auxiliada, pero nada de eso sucedió.
El progenitor cerró la puerta y se marchó, mientras el agresor la aferró y la mantuvo cautiva hasta que se durmió. Fue entonces que la joven se liberó y al bajar, se dio con una hermana del acusado, a quien le reclamó por no haberla ayudado.
La pariente se excusó y dijo que no había escuchado sus gritos, no obstante, le preguntó si quería que llamaran a la policía, circunstancias en que la madre del acusado, intervino y le dijo que la joven estaba confundida mientras el padre le pidió que se quedara hasta que su hijo se despertara.
Ante esta situación, la joven se levantó y se marchó de la casa hasta la vivienda de una vecina, donde pidió ayuda para que llamen a la policía. Minutos después, un patrullero llegó y trasladó a la víctima hasta la dependencia policial, donde la joven radicó la denuncia y exigió la detención del sujeto que la violó.