Cuidado personal: ¿Para qué sirve un tónico?
Lavar, tonificar e hidratar. Son tres claves fundamentales para tener un rostro perfecto. No basta con lavarse la cara y colocarse un hidratante, pues si no tonificamos no retiramos a profundidad los aceites y las bacterias que quedan tras el sudor o uso de maquillaje.
Los tónicos son más líquidos que las cremas y se crean para mantener el pH neutro de cada tipo de piel. Controlan la acidez, pues cuanto menos pH habrá más aspereza y, en consecuencia, mayor propensión a bacterias y virus.
Un nivel normal de pH sería 5.5, pero cada vez que lavamos la cara con agua llevamos el pH a 7, lo cual es regulable usando un tónico facial.
La recomendación de NuSkin es emplear los tónicos en las rutinas de belleza, los cuales también tienen una función exfoliante y astringente, que aporta frescura al cutis. ¿Quieres saber más? Continúa en el texto.
¿Qué tipo de tónico usar?
Queda muy claro que los tónicos faciales aportan al cuidado de una piel tan sensible como la del rostro, pero no podemos usar el que no vaya con ella. El tipo dependerá del estado de la dermis. En general se sugiere que sea uno sin alcohol, para que no reseque en exceso.
Cuando se trata de tez seca, es mejor que el tónico sea humectante; para las grasas hay que comprar uno que reduzca el exceso de aceite y si se trata de pieles mixtas, cualquiera le viene bien. Todos coinciden en una particularidad: son de gran ayuda para suavizar las arrugas, batallar el acné, quitar el maquillaje y lograr un aspecto lozano.
Además, no hay una hora específica para usarlos; lo que sí, es que se sugiere que sea por lo menos un par de veces diarias (quizás mañana y noche), sobre todo cuando volvemos de la calle, porque la piel atrapa más suciedad aunque no la veamos.
Usa un algodón humedecido con tónico llevándolo suavemente por tu cara, luego palmea con delicadeza y al secar aplica la crema hidratante con normalidad. Poco a poco verás los cambios.
Beneficios de usar un tónico facial
Los tónicos faciales proporcionan calidad a la piel, porque poseen propiedades reafirmantes, equilibran la elasticidad, calman incomodidades en dermis sensibles, revitalizan y llenan de luminosidad.
Son perfectos para cerrar los poros y los efectos aumentan si combinamos con una loción hidratante especial para ello; asimismo, disponen de componentes sensoriales y aromas que se vinculan con hacer más receptivos los sentidos.
También se habla del aumento del riego sanguíneo, en las áreas donde se aplica el tónico. Y por sobre todo, limpia en profundidad para que otros productos penetren las subcapas, logrando mejores efectos.
Unifica el tono de piel, reduce irritaciones o enrojecimientos, matiza el exceso de brillo y más. La capacidad reparadora de un tónico es indiscutible: limpia, humecta y alivia.
¿Cómo saber si necesito un tónico facial?
A todos cae bien usarlos. Hay quienes los descartan porque desconocen sus efectos y qué tan buenos son. En pieles llenas de granitos, más que un paso en la rutina de cuidado y belleza, los tónicos pueden considerarse parte del tratamiento y al poco tiempo de utilizarlos se comienzan a notar los cambios.
No obstante, existen casos de pieles que están en su mejor momento, así que decantase por un tónico tiene que ser indicado por un especialista, pues convendría sería uno de resultados ligeros.
Estos productos son poderosos para balancear la piel y hacer que luzca bella. Recuerda que el cuidado y limpieza es controlado solo por ti, entonces considera los tónicos como un paso esencial del proceso.