Una mujer denunció a su hija adicta por violencia y obtuvo la guarda de su nieto
La justicia le otorgó la guarda de un niño a una abuela materna que al notar el entorno inadecuado en la que vivía el niño decidió iniciar el trámite. La madre del menor, bajo los efectos de las drogas, puso en peligro su vida.
El Ministerio Público de la Defensa logró que la Justicia otorgara la guarda de un niño menor de edad a su abuela materna. Las adicciones a sustancias psicoactivas y la violencia extrema a la que se encontraba expuesto el pequeño, fueron determinantes para que la mujer denunciara a su propia hija e iniciara el trámite.
“En estado de ebriedad y luego de consumir excesivas dosis de drogas, mi hija utilizó un cuchillo en contra de su pareja porque él le había propinado golpes en la cara. Cuando llegué al hospital encontré a mi nieto con su madre. Estaba asustado, llorando y con toda la ropa ensangrentada”, relató la abuela materna de un niño que recurrió a la Defensora Oficial Civil N° 2, Zulema Guerrero, para solicitar la guarda del pequeño.
En otra oportunidad, según dijo la mujer, “drogados y alcoholizados, sosteniendo un arma blanca, mi hija abrió la garrafa de gas y las perillas de la cocina para prenderle fuego a su casa, con todos sus hijos adentro”.
Si bien su hija es madre de 3 niños en total, el progenitor del menor en cuestión no es la actual pareja de la mujer, sino un hombre que se encuentra privado de su libertad. Así las cosas, mientras los otros pequeños permanecen al cuidado de su abuela paterna, este chiquito en particular se encontraba en extrema situación de vulnerabilidad.
Por supuesto, las reiteradas denuncias por hechos de violencia radicadas por la abuela que solicitó la guarda y algunas pocas hechas por la propia víctima; produjeron que el agresor se encuentre también privado de la libertad.
Aún así, y en audiencia con el juez, la madre de todos los niños explicó que la relación de pareja con su agresor continúa y además señaló que sabe de las consecuencias de las adicciones.
Mientras se llevó adelante el proceso, la joven intentó varias veces desintoxicarse, pero no sólo no terminó ningún tratamiento, sino que recayó nuevamente en el consumo de drogas y alcohol.
También quedó claro que la pareja se separó y se reconcilió muchas veces en los últimos años y que uno de los temas de disputa frecuente es, justamente, la existencia del niño que ahora se encuentra protegido por su abuela, pues su padrastro no sólo no podía aceptarlo, sino que estaba convencido de que por él su actual mujer continuaba manteniendo vínculo con el progenitor del menor.