Reconocen clausura errónea de una ortopedia: Eran barbijos con una certificación especial
El dueño de una ortopedia compartió a InformateSalta su descargo luego de que su comercio fuera mal clausurado días atrás. Comentó que los barbijos que venden son especiales y los inspectores no lo consideraron el analizar los precios, por lo que procedieron a su cierre. Sus declaraciones.
En el marco de los controles que desde la Municipalidad de Salta y la Defensoría al Consumidor están realizando a distintos comercios en el marco de la cuarentena, días atrás se inspeccionó y se clausuró a Aliviar, un comercio de artículos de ortopedia. Sin embargo, desde la firma hicieron su descargo por la situación que atravesaron.
InformateSalta dialogó con Sebastián Videla, propietario de Aliviar, quien comentó que “el día 25 de marzo en horas de la mañana, se presentaron en mi local inspectores de la Municipalidad de Salta y de la Secretaría de Defensa del Consumidor; me pidieron una serie de documentación, tales como habilitaciones, facturas de compras de insumos, etc”. A esto agregó que “luego de haber presentado toda esta documentación procedieron a la clausura de mi local, aduciendo a su entender que el precio de barbijos con certificación N95 que tenía a la venta en ese momento, era abusivo”.
Sobre estos barbijos, Videla explicó que “N95 es una certificación de calidad, existen infinidad de marcas, modelos y por lo tanto precios de barbijos con dicha certificación. Es lógico que el ciudadano común no esté al tanto de esta información, porque no estamos acostumbrados a andar por la calle con barbijos con certificación N95”.
No obstante, consideró que los inspectores “si deberían estar capacitados para llevar adelante este tipo de operativos; evidentemente en este caso no entendieron la explicación que les brinde”.
En 24 horas, el comercio pudo levantar la clausura: “El juez de turno aceptó el descargo presentado por nuestro abogado, en el cuál brindamos todo tipo de documentación respaldatoria y un informe detallado de los costos que componen dicho producto, demostrando así que no era un precio para nada abusivo”.
Pese al mal momento y que ya pueden estar trabajando, brindando insumos y artículos para estos tiempos, Videla reconoció que todo lo transitado le dejó un mal sabor. “La sensación que nos dejó es que se cometió una injusticia, justamente por falta de conocimiento e información, y lo que más nos provocó enojo, es que algunos se aprovecharon para difamarnos en este momento tan duro que está pasando”, concluyó el damnificado.