Reclamo14/07/2020

Tenía síntomas de COVID-19, recorrió media Salta para ser atendida pero la rebotaron de todos lados

Una remisera que trabaja por Villa Palacios tuvo hasta 42° de fiebre, fue a hospitales, a centros de salud, llamó al 911 y nadie la quiso atender ni la ayudó, pese a tener sintomatología. Su relato.

Una odisea fue la que vivió una mujer de la zona sudeste de la ciudad de Salta Capital, luego que fuera rebotada de todos los nosocomios, centros de salud y servicios a los que acudió para ser atendida, luego que presentara sintomatología que se relaciona al coronavirus, sin obtener respuesta.

Verónica es el nombre de la mujer quien, en diálogo con TV2 Salta relató el mal momento que vivió. “Manejo un remis en la zona de Don Emilio y Villa Palacios, una zona roja hoy en día, el jueves me sentí mal y me mantuve en mi casa, el día viernes volaba con fiebre de 41° y 42°, tenía mucho dolor, el sábado no aguanté más y salí al hospital”, rememoró.

Antes había llamado al 911 pero “no sabían qué decirme”. Cuando fue al hospital Papa Francisco le dijeron que no estaban atendiendo, que vaya a la guardia; allí no le abrieron, sino que “por señas me dicen que no estaban atendiendo”. Pese a advertir que tenía síntomas de coronavirus “me dicen que solo atendían con protocolos, que vaya a la salita de Solidaridad”.

Hasta allí fue la mujer pero en el Centro de Salud le dicen que tenía que ir hasta el Papa Francisco, ella le comenta que la rebotaron pero solo le indicaron que debía insistir. Regresó al nosocomio, donde desde Seguridad la mandaron a la guardia, pero allí no la atendieron.

Volvió a llamar al 911 pero nuevamente no le dieron ayuda, solo la comunicaron con el SAMEC, desde donde le indicaron que vaya a la salita de Provipo. Hasta ese lugar fue, aún enferma, pero la indicación fue que se dirija al Papa Francisco.

Fue entonces que decidió dirigirse hasta el IMAC, donde le tomaron la temperatura y corroboraron que tenía 40° de fiebre. Sin embargo, el guardia de seguridad le comentó que “hace 30 minutos nos dijeron que pacientes con síntomas no se iban a atender”. Desde allí intentó ser atendida en el Hospital del Milagro, donde la rebotaron desde el nosocomio a la salita lindera y de nuevo al hospital. Cansada “ya dije que no me movía más, que ya no iba a deambular, ahí salió una doctora” que la atendió.

Cuando iban a activar el protocolo por la sintomatología, otra profesional decidió revisarla previo al procedimiento, diagnosticándole una doble angina, recetándole medicamentos “y me mandaron a mi casa”, señaló la mujer.

Así, la remisera sintetizó el mal momento que atravesó dando cuenta de las fallas en los operativos para la detección del coronavirus con las peripecias que atravesó. “Yo trabajo con remis, llevo y traigo mucha gente, no sé si puedo tener o no el virus, sigo con dolor de garganta”, advirtió.