Historias de pandemia: De la cancha a la calle, la historia de Titi Calderón
Jesús Calderón es jugador de Juventud Antoniana, sin embargo, el parate y la incertidumbre que reinan en el fútbol, lo llevaron a reinventarse. Ahora como cadete y ofreciendo cosas dulces, se rebusca el día a día.
La pandemia será recordada históricamente, no solo por su magnitud de contagios y muertes, sino por su impacto en todos los niveles. Con una constante búsqueda de equilibrio entre la salud y la economía, las medidas que fueron tomando desde el gobierno hicieron que muchas empresas y emprendimientos quedaran en la cuerda floja.
En este caso, InformateSalta conoció la historia de Jesús “Titi” Calderón, jugador de fútbol del club Juventud Antoniana. La realidad del club poco dista de la realidad de muchos rubros que se vieron totalmente paralizados por la pandemia. Desde el decreto que estableció la cuarentena estricta y el cese de las actividades deportivas, Calderón empezó a vivir de sus ahorros; ahorros que en determinado momento se acabaron.
“Juego en Juventud Antoniana, pero con la pandemia tuve que salir a buscar el pan así que ahora hago trabajos de mensajería y hacemos cosas dulces junto a una familia amiga de otro jugador que vino de San Juan.”
“A medida que todo se iba extendiendo y los ahorros del fútbol se iban gastando había que salir a buscar un ingreso más”, cuenta para InformateSalta explicando que el club, al no estar dentro de las categorías profesional, no pudo respaldar a sus jugadores. “No hay contrato que te avale ni respalde. Ahí vivíamos el día a día, así que hace dos meses estoy trabajando de esto”, añade.
En este sentido, la forma que encontraron para poder llevar sustento a su hogar fue por partida doble. Por un lado, su señora y una familia amiga cocinan cosas dulces para vender. Por otro lado, Calderón ofrece servicio de cadetería y mensajería entre sus conocidos.
“Empecé mandando mensaje a mis contactos porque trabajo de manera particular. A medida que pasó el tiempo me fueron conociendo y se sumó gente que me colaboró y me compra cosas dulces”.
Jesús vive junto a su esposa y a sus tres hijos de 10, 6 y 1 año. Ante la necesidad de sostener el hogar sin el ingreso del fútbol, buscaron la forma de reinventarse. “Ellos saben y entienden porque no es la primera vez que salgo a rebuscármelas. Cuando uno toma recesos o para el fútbol tengo que salir a la calle. Ellos entienden pero a la vez se hacen preguntas de por qué nos vamos pero entienden que papá tiene que salir a buscar plata para que ellos estén bien”, nos cuenta.
“La situación es mala para todos, el país está en un momento crítico sobre todo económico, así que sigo. Mi idea es tratar de no dejar de entrenar por eso hago mensajería con amigos y conocidos”, explica el jugador, añadiendo que pueden conocer su trabajo a través de sus redes: “Delicias con amor”, o “Jesús Titi Calderón”, vía Facebook.
Para despedirse, el jugador de Juventud resalta que si bien el trabajo tiene buenos y malos días, seguirá hasta que en el horizonte haya nuevas oportunidades: “Hay días que se trababa bien y otros que está parado. Hay que rebuscársela de todas formas porque la calle es dura y aprender a no bajar los brazos hasta que esto pase”, concluye.