Con la celebración de Solemnidad de la Virgen dio inicio el Triduo del Milagro
Sin la presencia de autoridades provinciales ni municipales se celebró ayer la Misa Estacional de la Virgen del Milagro que dio inicio al Triduo del Milagro. Tampoco hubo participación de fieles.
Una ceremonia atípica e inusual transmitida por redes sociales. Hoy a las 10 se celebrará la Misa Estacional de la Exaltación de la Santa Cruz, publicó Nuevo Diario. "Esta Fiesta del Milagro es más fiesta que nunca, porque quien ha puesto estilo son el Señor y la Virgen", resaltó en su homilía monseñor Mario Cargnello.
El prelado también hizo referencia a lo bueno y malo que provoca la pandemia: "¡Cómo necesitamos Madre querida del Milagro que hoy entres en cada hogar! La pandemia, como el mar sometido a la fuerza de los vientos, va sacando lo que está sucio por dentro, así como saca lo mejor. Emergen con fuerza pecados, egoísmos, rivalidades, estupideces. Pero también emerge la generosidad de tanta gente, desde los que nos cuidan en la salud, la seguridad y los servicios esenciales, los que velan por nosotros, hasta los que en los hogares cuidan a sus hijos, velan por el cuidado de sus seres queridos y están atentos. Lo hacen discretamente trabajando en silencio, preparando la comida, atendiendo la salud", dijo.
Sobre los tradicionales rituales que se llevaron a cabo durante décadas, Cargnello sostuvo que: "Lo que quisimos preparar no lo podemos hacer porque la enfermedad también golpea a la gente de nuestra Catedral y la fuerza disminuye, porque la situación no lo permite y debemos cuidar a nuestra gente. Tú sabes que en el corazón de tu pueblo todos están mirándote y quieren celebrar contigo y claman por tu abrazo, por tu ternura. Celebramos un Milagro más profundo que nunca, porque lo que no podemos manifestar externamente, se expresa con una bandera o en una flor y deja lugar a una fiesta en el corazón que se abre para convertirse en Jesús y para decirte: ‘Entra Madre, enséñanos a seguir la voluntad del Padre’".
Agregó después: "Que ese amor a ti Madre y a Jesús, se traduzca en una verdadera fraternidad solidaria, que deponga las actitudes de enfrentamiento. ¿Cómo se puede lucrar queriendo crecer en poder en este momento de tanto dolor? ¿Cómo se puede pensar en ganar dinero en medio de tanta amenaza de muerte? ¿Cómo se puede no descubrir que todos necesitamos de Dios, de Jesús, del Dios con nosotros y de ti Madre?".
Por último, señaló: "Así entramos en este Triduo, lo hacemos sin miedo, por eso renovamos nuestra esperanza. Aunque no podemos estar juntos físicamente, espiritualmente nos tendemos la mano porque el Milagro es Eucaristía, y la Eucaristía es Comunión y el Pueblo de Dios tiene que estar y el deseo de estar nos une. Estoy convencido que cuando las aguas del mar se serenen, será el año que viene o este año -eso lo dirás tú Señor- el Milagro será más fuerte que nunca, porque nos encontrará más hermanos. La gente buena que lo ha expresado de diferentes maneras, desde la Puna hasta nuestro Chaco y desde los límites con Bolivia, hasta Tucumán y Catamarca ha expresado esa comunión en el amor a la Virgen… Eso es lo que va a triunfar, porque la gente que celebra el Milagro desde distintos lugares de la tierra lo hace con amor. Eso va a quedar después de esta arrasadora experiencia de la pandemia".