El IPS aclaró que rechazó el pago a HemoSalta por transfusión de plasma
Su titular, Gladys Sánchez, dijo que el centro privado pretendía cobrar $63.000 una transfusión homologando con otra práctica de alta complejidad. “El plasma no se vende ni se compra”, afirmó.
En Salta se desató la polémica ante la documentación que indica que HemoSalta SRL habría cobrado a diferentes instituciones médicas alrededor de $30 mil por la transfusión. Como si fuera poco ahora se conoció a través del portal El Grito, que esta empresa también tenía vínculo con el IPS al que le habría cobrado el doble, $63 mil por cada práctica.
Sin embargo desde el Instituto Provincial de Salud indicaron que rechazaron esos valores. Así lo confirmó en diálogo con InformateSalta la directora de la obra social provincial, Gladys Sánchez. “Lo que hicimos como cualquier otra práctica donde se quiere cobrar lo que no corresponde, desde el primer momento se rechazaron esos valores”, recalcó.
Del mismo modo dijo que se autorizó el código de transfusión del plasma, que es “una práctica nomenclada; como bien dice el ministro (de Salud) el plasma no se vende ni se compra, lo que está valorizado como código ya nomenclado es la transfusión que sale $4700, es lo que son los reactivos”.
Sobre este punto aclaró que ante “cualquier plasma que obtiene un Centro de Hemoderivados, se hace un reactivo para descartar que esa sangre no tenga patologías, se analiza y lo que se incluye en ese cobro, que no es el cobro que pretendía cobrar HemoSalta, son los reactivos para que la transfusión sea segura, los sachets, los guías, pero no el plasma y menos esos valores”, sentenció Sánchez a InformateSalta.
En cuanto a los $63.000, dijo que la práctica por la cual HemoSalta buscaba conseguir ese dinero correspondía a una plaquetoféresis. “Es lo que pretendió hacer el doctor, es una práctica totalmente distinta” a la transfusión de plasma y que se usa en pacientes graves, consistiendo en algo similar a una hemodiálisis. “Es algo de alta complejidad que no tiene nada que ver”, concluyó.
“Lo que pretendía el doctor era homologar una práctica con otra y fue rechazada” declaró Sánchez.