Buscan ejercer presión a favor de una mujer acusada de matar a su pareja, un adicto
¿Víctima o victimaria? En un caso trascendente, en un contexto de pobreza y violencia, se aguarda conocer que pena recaerá sobre Ángela Beatriz Saravia, quien mató a su pareja, un lustrabotas. ¿Sufría violencia?
Tras dos semanas de audiencias, el juicio seguido contra Ángela Beatriz Saravia ingresa hoy en su etapa final con fuertes expectativas en torno a su desenlace, que está previsto para mañana.
El fiscal Ramiro Ramos Ossorio, sostendrá la acusación que pesa sobre Ángela Beatriz Saravia, la mujer juzgada por homicidio, quien dio al menos 6 versiones diferentes de lo que pasó ese día.
Según consta en la causa, el 17 de diciembre del 2018, Ángela Beatriz Saravia mató a su pareja lustrabotas, Luis Leonardo López, a quien apuñaló en el pecho y murió.
Tras una exhaustiva investigación, la fiscal penal, Verónica Simesen de Bielke, la mandó a juicio en vista de que Saravia dio 5 versiones distintas del crimen, a las que se debe sumar una sexta aportada en el juicio. Cuando declaró, reconoció haber lesionado de muerte a López, pero alegó ser víctima de violencia de género e incluso sostuvo que la víctima le propuso que mienta sobre el crimen para que no vaya presa.
¿Una estrategia de organizaciones feministas?
Esta declaración llamó la atención, más aún cuando alrededor de su defensa se advierte el acompañamiento de ciertos grupos que defienden a mujeres víctimas de violencia de género, los que, al parecer, buscan una victoria con la reivindicación de este caso, sin embargo, las pruebas no acompañarían esta posibilidad, aunque resta conocer aún si la fiscalía, a cargo del fiscal, Ramiro Ramos Ossorio, sostendrá la acusación, hasta el momento por el delito de homicidio agravado por la relación de pareja, un delito que podría dejar a Saravia con una pena de prisión perpetua.
Desde la defensa buscan que la mujer sea vista no como una asesina sino como una víctima de violencia. Organizaciones presionan en ese sentido. Los testigos dijeron otra cosa.
Una muestra de la presión externa, según fuentes judiciales, se podrá advertir con mayor nitidez hoy, cuando desde el Observatorio de Violencia contra la Mujer, se haga presente en la sala de audiencias, pues se constituyó para participar del debate, aunque en las audiencias previas, según fuentes del Poder Judicial, no habrían estado presentes.
El juicio es llevado adelante por la Sala VIII del Tribunal de Juicio, integrado por la jueza María Carabajal, como presidenta, Paola Marocco y Francisco Mascarello, con mayoría femenina.
Mientras la fiscalía se mostró cauta y no adelantó su postura, la defensa aprovechó la estrategia externa y solicitó numerosos testigos, con los cuales busca fortalecer la idea de que Saravia, en realidad, es la víctima del caso.
La fiscalía, por su parte, sólo solicitó una ampliación de los estudios psicológicos y psiquiátricos de la acusada, probablemente, en busca de algún elemento que les permita fundamentar el grado de perversidad de la víctima.
Saravia, según el expediente, lavó el piso donde cayó mal herido López, lo mismo hizo con su herida y le cambiaron la ropa.
Asimismo, Saravia adujo que era un apretador en el barrio, sin embargo, surgieron testimonios de que la peligrosa era la acusada y que López solo era un adicto inofensivo.
Hoy será tiempo de alegatos y el veredicto se conocerá el miércoles.
Hoy, en tanto, la defensa espera seguir con un testigo que ayer no pudo declarar, tras lo cual el tribunal pasará a incorporar la prueba documental, oportunidad en que se espera conocer detalles de la ampliación de estudios psicológicos y psiquiátricos solicitados por la fiscalía.
Enseguida, se dará paso a los alegatos y réplicas, instancia en la que está centrada la expectativa, pues se espera conocer si el fiscal Ramos Ossorio sostendrá la acusación, y de hacerlo, qué pena exigirá para Saravia.
Se espera también que el Observatorio de Violencia de Género, a través de su representante legal, participe de esta etapa, previo a que la defensa haga su exposición en favor de Saravia.
Concluida esta etapa, el tribunal escuchará por última vez a la acusada, quien tendrá una nueva oportunidad dirigirse a los jueces antes de que se inicie la deliberación final del veredicto.