CNN Salta16/11/2020

COVID-19 en los ríos de Salta: “En principio no significaría un riesgo”

Lo dijo por CNN Salta la científica Verónica Cajal, quien trabajó en la detección de las partículas del virus.

Desde hace varios meses InformateSalta viene reportando el trabajo encarado por investigadores y científicos, quienes se empeñaron en rastrear la propagación de las partículas del COVID-19 a través de las aguas residuales, como así su peligrosidad o nocividad.

Acorde fue avanzando la investigación, en las últimas horas hubo una novedad que causó un fuerte eco en la sociedad local, luego que se informara la presencia de COVID-19 en los ríos salteños, más precisamente en los cauces del Arenales, Mojotoro y Wierna, despertando nuevas dudas y ciertas alertas ante el uso recreativo que hay en algunos de éstos.

Al respecto y por CNN Salta -94.7 MHZ- Verónica Rajal, docente de la Universidad Nacional de Salta e investigadora del CONICET, amplió los detalles sobre los resultados de este estudio en las aguas residuales y superficiales, donde “efectivamente estuvimos analizando (las de estos ríos) y encontramos rastros genéticos de SARS-CoV2”.

Del mismo modo indicó que “mucho de este coronavirus que está en los ríos, no se sabe de dónde proviene, en algunos casos se sabe que es debido al impacto de aguas tratadas o no tratadas de aguas residuales; en otros casos puede ser el impacto, por personas que van y se bañan, que están infectadas, que lavan sus ropas, sus autos”. Para ser más clara, Rajal espetó que “al no saber bien su origen, no está claro cuál podría ser su implicancia”.

No obstante aclaró que, por distintas investigaciones realizadas en la comunica científica, “no se ha demostrado que (en las aguas residuales) se encuentren virus infectivos, si bien se han hecho intentos de cultivos, no se encontraron, en principio esto no significarían un riesgo para las personas si entran en contacto con esas aguas”.


Río Mojotoro.

Una explicación posible ante la falta de “infectividad” de las partículas es que toda el agua que se expulsa por el inodoro también se junta, por ejemplo, con agua del lavado de la cocina, que tiene bastante detergente o componentes que destruyen la estructura del virus y “lo deja de forma inactiva, no infectiva”.

Un riesgo que Rajal sí consideró importante para seguir analizando es “el uso de esa agua para el riego de verduras que se comen crudas, pero hasta ahora no hemos podido demostrar que esas aguas tengan virus infectivo”. Pese a todo, la científica fue cauta y pidió no alarmarse al respecto: “No hay que crear un alarma generalizada”.