Muerte de una niña wichi: “El genocidio continúa desde la creación de la República”
Así lo expresó Octorina Zamora, referente del pueblo wichí, en radio CNN Salta, quien hizo una dura descripción sobre la realidad que viven las comunidades originarias en la provincia. El martes murió una beba wichi con desnutrición aguda.
“No cambió ni se transformó nada, es una realidad que viene de muchísimos años, van cambiando los métodos para hacernos desaparecer, el genocidio continúa desde la creación de la República Argentina hacia los pueblos indígenas, no hay una seriedad en la aplicación de programas de salud, de educación. Vamos a pensar que es un exterminio lento y a propósito”, dijo la mujer.
Zamora explicó que hablar de “comunidades” es hacer un reduccionismo que oculta una realidad que se pretende hacer desaparecer. “Somos un pueblo indígena compuesto por más de 175 comunidades wichis, en Salta hay más de 450 comunidades. Si hablamos de comunidad estamos reduciendo a todo un pueblo. Somos un pueblo, tenemos nuestra cultura, nuestro idioma, nuestra organización política”, sostuvo.
La vocera se refirió al desplazamiento continuo en materia territorial con los desmontes y describió la situación que vivieron “Este año fue terrible, muchos hermanos, muchas familias que se convierten en peones golondrinas que durante el año se la pasan trabajando de finca en finca para traer algo a las casas, este año no hubo eso. Este año no hubo una propuesta laboral dentro de las comunidades indígenas.
Zamora consideró que el gobierno pretende mantener la situación desamparo hacia los pueblos originarios para su paulatina desaparición. “Hay un proyecto de mantenimiento hacia las comunidades y no de que las comunidades puedan emerger. El asistencialismo que se hacía con los bolsones nunca fu suficiente y no es suficiente. Reclamamos la devolución del centro de recuperación e investigación nutricional del hospital de Tartagal, todavía no llegó el verano y ya lamentamos la muerte de una niña”, dijo.
Durante el año de la pandemia, las probeticas y necesidades se hicieron más urgentes y menos atendidas. “Han sucedido cosas terribles, los hermanos de Santa Victoria Este nos informaban sobre las internaciones, una mujer fue internada con dolores de parto y a los tres días nos decían que había fallecido por COVID-19, o que nacía un bebé y luego moría de coronavirus, la gente no estaba informada”.