Sociedad08/02/2021

“Asado para todos” afectó las ventas de las carnicerías de barrio

El acuerdo de precios que firmó el Gobierno nacional con las grandes cadenas comerciales para la venta de cortes de carnes a precios populares tiene un detalle que hasta ahora nadie atiende. La problemática que origina es la casi extinción de las pequeñas carnicerías de barrio, publicó El Tribuno.

Entonces, mientras que, en los supermercados, en los grandes mayoristas y en las cadenas de frigoríficos se vieron colas de salteños ávidos por las costillas a 400 pesos, en las pequeñas carnicerías de los barrios de Salta no se exhibían ni los precios en los carteles. Hasta el combo de los 4 kilos de asado económico quedó caro. Por ejemplo, la costilla de novillo, primera calidad, de carnicero que se vincula todos los días con su cliente-vecino, cuesta desde 550 pesos para arriba. En los precios cuidados sale 400 pesos. No hay punto de comparación.

Y fue por eso que durante toda la mañana los salteños hicieron colas en las heladeras de los supermercados para comprar "como sea" un pedazo de carne para tirar a la parrilla en este domingo de sol.


"Este como esté yo la compro. Hace mucho tiempo que no me como una costilla a la parrilla porque los precios estaban prohibitivos. Así que como esté le voy a decir a mi esposo que prenda fuego porque llevo costilla como sea", dijo una mujer con una bolsa larga de carne congelada.


La costilla llegó a costar 650 pesos en tiempos de fiestas de fin de año. A 400 pesos cambió todo. Aunque muchos de los centros comerciales pusieron sus restricciones. No se pueden llevar más de dos bandejas por persona y se vende hasta que se terminan dichos empaques. Es decir que para "el que madruga Dios lo ayuda" porque puede elegir tranquilamente qué carne llevarse. 

En el barrio, en la popular avenida Felipe Varela, espacio central del sudeste capitalino, el ambiente se cortaba con un cuchillo. 


"El Gobierno nacional nunca tuvo en cuenta a los pequeños. Esto es un arreglo para que se beneficien las grandes cadenas de frigoríficos y nosotros ya directamente dejemos de trabajar", dijo Miguel Ángel Martínez que tiene años de experiencia en el rubro y que es empleado de un local de la esquina de Felipe Varela y Juan Manuel de Rosas.


Y las carnicerías de barrios sintieron el impacto.

"Primero no entraba nadie, pero luego más al mediodía comenzaron a llegar. Quizás el cupo de carnes no es suficiente", dijo otro carnicero de la zona. Con el vacío a 680, compitiendo contra los 500 pesos del "asado para todos", no le quedó otra que esperar a que se termine el cupo diario estipulado de los grandes centros comerciales.


Enojo en redes por la mala calidad de los cortes de carne "populares"