Con el auge de la cosmética natural, crecen los emprendimientos de triple impacto
La industria cosmética se suma al triple impacto con emprendimientos que basan su modelo de negocio en la sustentabilidad.
Por muchos años el mundo de la cosmética sólo se relacionaba a la belleza como consumo. En la actualidad implica mucho más que eso y parece imposible pensar que las mujeres, principales consumidoras, puedan preferir marcas que utilicen productos perjudiciales para la salud, que no cuiden el medio ambiente, que testeen en animales o que no tengan en cuenta a la comunidad. A partir de aquí crece constantemente un nicho de mercado en el que las personas observan, se interesan y eligen cosmética natural.
Johanna Milsztejn es una joven emprendedor a tucumana de 33 años que recientemente finalizó su entrenamiento en el programa HIT FEDERAL (High Impactt raining ) de Endeavor. Fundó hace 3 años su emprendimiento "Selva", una compañía de dicada a la cosmética hecha a mano.
"Ofrecemos productos sin residuos plásticos, libres de maltrato animal y realizados con ingredientes nobles. Nuestra propuesta invita a una vida más sustentable y ecoamigable" dice Johanna.
El producto central que desarrolla y comercializa la joven junto a un equipo conformado por mujeres, son distintas variedades de champús sólidos. "Nuestros productos estrellas son los champús sólidos, acondicionadores sólidos y jabones naturales" nos comenta, y añade: "recientemente hemos logrado innovar en la fórmula de cremas sólidas y detergente sólido con quinoa y limón".
Johanna nos explica que su emprendimiento es de triple impacto porque además de generar una actividad comercial, se tiene en cuenta lo que genera la producción y comercialización de sus productos en el medio ambiente y en la comunidad.
Una pastilla de 100 gr de shampoo sólido equivale a 3 botellas plásticas de shampoo líquido de 200 ml. Para su producción no se utiliza agua. Además por su reducido tamaño, se requiere de menos espacio para ser transportado lo que conlleva a menos consumo de combustible. Al ser productos que no contienen tóxicos, parabenos, ni ingredientes dañinos, se protege la salud de los clientes al tiempo que se puede reutilizar el agua, por ejemplo de lavar los platos, para el regado de plantas. Se genera así todo un círculo ecológico o cadena sustentable.
El programa HIT Federal fue para Johanna la forma de potenciar aún más su emprendimiento, mediante el acceso a capacitaciones de alto impacto de la mano de expertos en emprendedurismo. El sueño que le queda por cumplir es poder formar un laboratorio o fábrica para los emprendedores de cosmética de la región.
Su deseo es que éste tenga cultura sustentable, pueda generar un círculo de reciclado y trabajo en comunidad. "Hay muchísimos emprendedores que están creciendo con cosmética natural, y hay muchísimas personas interesadas en estos productos. Sería muy valioso contar con un laboratorio que genere economía circular de triple impacto donde la comunidad y el medio ambiente se vean beneficiados; y dónde los emprendedores puedan trabajar para hacer crecer su negocio y para expandirlo desde la región a toda la Argentina y el mundo" concluye.