Apelación y críticas: "Sentí impotencia al escuchar las mentiras de los abogados Adet y Morales"
Fernanda Pérez Gine, una de las 4 hijas de Leonor, la abuela asesinada por su nieto, dijo que no sabe si algún día de su vida podrá perdonar a Agustín Morales por haber asesinado a su abuela. Afirmó que cree en Dios y en la Virgen y que es católica pero ahora no puede perdonarlo y no sabe si más adelante podrá cambiar de sentimiento.
Consultada por FM 89,9 sobre si considera que su sobrino podrá reinsertarse en la sociedad después de cumplir la pena de 19 años que le ordenó el tribunal de juicio, Fernanda expresó que no lo cree posible porque con la familia hicieron muchos intentos para ayudarlo pero Agustín, lo único que quería era drogarse y no tenía ningún incentivo.
Fernanda Pérez confirmó que presentarán junto a su abogado, el recurso de casación después de conocer los fundamentos del fallo de primera instancia que condenó a Agustín Morales, solamente a 19 años de prisión, teniendo en cuenta atenuaciones extraordinarias por sus adicciones.
¿Y el dinero?
La hija de Leonor también se refirió a la existencia en el departamento de Av. Belgrano de 20 mil dólares y 9 mil euros ahorrados, pero durante el juicio prefirieron no hablar del tema, incluso uno de los abogados defensores de Agustín Morales, puso en duda la existencia de la moneda extranjera.
Para la hija de la víctima, es imposible que su sobrino se haya gastado toda esa cantidad en drogas, en una noche. Por consiguiente, cabe preguntarse si alguien se robó el dinero o lo escondieron en algún lugar. De todas formas, Fernanda recordó que cuando lo detuvieron a Morales, lo encontraron drogándose en la casa de un tal “polaco”, hermano de un amigo con el que siempre consumía.
Mentiras de la defensa y apelación
Tras la condena del Tribunal de la Sala III, salvo María José, madre del condenado, las otras tres hermanas -María Fernanda, Marianela y Mercedes- decidieron junto a su abogado querellante apelar el fallo. "En nombre de mis hermanas, no por la madre de Agustín por supuesto, incluso por mi sobrino Lucas, que fue el primero en ver a mi madre sin vida, estamos todos de acuerdo en apelar el fallo porque sentimos que fue una decepción total", contó en una charla con a El Tribuno, María Fernanda Pérez Gine.
En el penúltimo día de audiencia, donde las partes tuvieron que alegar, a María Fernanda la tuvieron que sacar del Salón de Grandes Juicios porque no resistió seguir escuchando los fundamentos de los defensores de su sobrino. "Me dio mucha impotencia escuchar tantas barbaridades, de mentiras que decían esos dos, yo entiendo que cada abogado tiene su estrategia pero fue una barbaridad de mentiras tanto del abogado Adet como de Morales", apuntó la mujer hija de la víctima.
"Dijeron por ejemplo que no había constancia de los billetes extranjeros, cuando yo conté con mi mamá la cantidad de dólares y euros que tenía. Aguante hasta que no pude más", agregó. También criticó el pedido de inimputabilidad que los defensores del penado realizaron respecto a la "abusiva adicción" que tiene el joven desde temprana edad -12 o 13 años-. "Todos los estudios, psicológicos y psiquiátricos, dijeron que estaba cognitivamente perfecto, psicológica y psíquicamente también. Lo único que salió es que tiene una personalidad psicopática, que no es una enfermedad, como dijeron en el juicio, es algo que va a tener toda la vida".
Los defensores de Agustín Morales hicieron la diferencia entre un adicto crónico y un asesino, "es lo que me desbordó y me dio mucha impotencia, porque yo no estoy en contra de que se rehabilite a un adicto, porque le puede pasar a cualquiera tener a una persona en esa situación. Pero Agustín no solo es un adicto sino también el único asesino de mi mamá", expresó María Fernanda, quien no cree que la profunda adicción a las drogas que tiene el joven fuese lo que lo impulsó a perpetrar semejante asesinato. "Eso se comprobó y por eso es que vamos a apelar el fallo. Salieron con "justicia' tanto Detzel como Aguirre, fue Agustín quien llevó personas extrañas a la casa de su abuela, donde él estaba viviendo. Agustín le dijo a Detzel que la plata que estaba sacando era de un auto que había vendido y era de él".