Gobierno19/08/2015

Gestión ante Kicillof para que baje las retenciones en el Norte

La encabezó el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey. En el NOA hay cortes de ruta y fuertes reclamos de los productores. La reunión fue prometida para la semana próxima.

Un grupo de productores se concentró ayer frente a la Casa de Gobierno de Salta. El sol era franco y desbordaba alegría, pero ellos rodearon los altos mástiles que hay en el lugar y pusieron a flamear dos banderas, una celeste argentina y la otra rojinegra salteña, a media asta. Señal de duelo. El mensaje era claro y sus destinatarios también: el campo norteño jadea por la falta de rentabilidad.

Los productores exigen la eliminación de las retenciones a la soja y el maíz, o al menos un tratamiento diferente para la región, que podría implementarse mediante la implementación de puertos secos o con reintegros a los fletes. Hace semanas, cuando los productores comenzaron las protestas y cortes de ruta, Urtubey apareció por un bar rutero del sur provincial y pidió un “sanguche chacarero”, a sabiendas de que rápidamente tendría alrededor a los productores de Metán y Rosario de la Frontera. Así sucedió y cayó bien el gesto. “Urtubey sabe que esta crisis será terminal si no se toman medidas urgentes”, reveló un productor que conversó aquella tarde con el gobernador.En Tucumán, donde el domingo se vota nuevo gobernador y se extendieron los piquetes de cañeros por la provincia, José Alperovich también sabe de la gravedad de la situación rural, pero fiel alfil kirchnerista se muestra muy parco para reconocerla a viva voz. “Muchachos, yo también soy productor y sé todo sobre el peso de las retenciones, la caída de los precios y el tipo de cambio atrasado. Pero la solución no está en mis manos”, dijo en privado a ruralistas.

La situación se repite en las provincias norteñas, donde el agro es la principal actividad económica y la segunda mayor fuente de empleos, después del sector público: los gobernadores, como el chaqueño Jorge Capitanich, que tiene hermanos productores, saben al dedillo que la inmensa mayoría de los productores perdió plata con la última cosecha, incluso con la soja. También conocen que ya circulan intimaciones de los bancos y que en los pueblos se rompió la cadena de pagos.

Y que -tal como informó ayer Clarín- corre serio peligro de quedar sin ser sembrada la mitad de la superficie agrícola. “El gobierno provincial está preocupado y entiende el problema. Un 50% de los campos van a ser abandonados y los productores que siembren la otra mitad se van a hundir más si no cambian las condiciones”, evaluó ayer Ignacio Pissani, el presidente de Prograno, que agrupa a los grandes productores de la nueva zona agrícola de Anta, en el chaco salteño.

El escollo para los gobernadores tiene nombre y apellido, se llama Axel Kicillof y tiene un cerrado respaldo de Cristina Kirchner, enemistada con el campo desde 2008. El ministro de Economía viene postergando una audiencia pedida por Urtubey y ahora la promete para la próxima semana, en coincidencia con el paro agropecuario lanzado por la Mesa de Enlace.El salteño le pedirá un tratamiento especial en materia de retenciones. En Salta los productores parecen decididos a endurecer los cortes, con consecuencias imprevistas. 

Fuente: Diario Clarín