Sociedad07/11/2021

Un padre solo y sin ayuda busca a su hijo que se esfumó en los cerros salteños

INMENSIDAD. A más de 4 mil metros de altura, sin agua y con temperaturas extremas, Wenceslao Sulca es el único que sostiene la búsqueda de su hijo, desaparecido hace casi dos meses.

Desapareció un 15 de septiembre y jamás se volvió a saber de él. Una montura puesta en el piso y un farol quedaron como pruebas de que David Sulca estaba vivo en los altos de las cumbres de Chorro Malo, un cerro salteño que trepa a los 5.000 metros, en la zona de Las Capillas. Tres días después sus familiares denunciaron su desaparición en la comisaría 108 de la localidad de Campo Quijano.

Se hicieron todos los rastrillajes habidos y por haber. Hasta el momento, tras más de 50 días de búsqueda, ni un solo vestigio del joven Sulca fue hallado. La resignación y también la incredulidad dividen a la familia de David.

Evelia dice que su hijo está muerto en algún lugar de estas 45 mil hectáreas de cerros y quebradas. Wenceslao, el padre, apresura su opinión para señalar que tiene esperanzas de hallarlo con vida.

El cansancio de buscar en medio de semejante geografía de montaña disminuyó las expectativas de rastreo del matrimonio Sulca. La madre salió a decir "solo queda rezar por su eterno descanso. Apenas renunció Pulleiro (Juan) como ministro de Seguridad los policías que nos ayudaban en el rastrillaje se retiraron. Ahora nadie nos colabora", explicó resignada Evelia.

Mientras estuvo Juan Manuel Pulleiro a cargo del operativo, las distintas fuerzas que colaboraron en la búsqueda de David no abandonaron la ayuda en ningún momento. Wenceslao, el padre del chico desaparecido, opinó distinto. "No voy a abandonar, seguiré rastreando los lugares donde mi hijo podría estar. Confió en que esté con vida".

Sulca saldrá nuevamente este fin de semana hacia Las Capillas. La incondicional fuerza de este padre por su hijo no se amedrenta con las inclemencias de la Puna y la salvaje geografía. Cree desde lo profundo de su corazón que David está vivo, o que en el peor de los escenarios tuvo un accidente cuando se extravió entre los cerros.

"Mi mujer agradeció a los que ayudaron. Ella ya está cansada y debe ver por el resto de nuestros hijos. Yo, en cambio, voy a seguir buscando a David con mis primos y amigos", señaló esperanzado el padre.

Dice que no es una idea caprichosa su postura, "no terminamos de buscar en muchos cerros por donde pudo haber pasado desde Las Capillas hasta Santa Rosa de Tastil. Tengo motivos para buscar en esos lugares".

Para Wenceslao la fuerzas que colaboraron no pasaron por algunos lugares, donde luego los familiares notaron la falta de rastrillaje, "a decir verdad, agradecemos la ayuda. Pero ahora, nosotros solos vamos a campear los cerros y las quebradas que quedaron sin rastrear".

David, de 21 años, transcurría su vida entre Campo Quijano y Las Capillas. No era bueno para largas marchas en las alturas. Introvertido, fácilmente se "encabronaba", como los describen sus padres. La versión que aún persiste sobre su desaparición el miércoles 15 de septiembre es que pudo haber tenido un accidente en medio de los cerros, y que al perder el sentido de la ubicación deambulo sin rumbo.

Los expertos consideran que sin agua en esta zona agreste una persona no sobrevive pasado los 15 días. Las bajas temperaturas y la Puna son una combinación letal para alguien que intenta sobrevivir. Wenceslao asegura que su hijo David está vivo, aún balbuceante, se niega a reconocer lo que le ocurrió.

"Es tan grande esta zona que quizás esté todavía por allí con algún lugareño sin saber qué le ocurrió". El padre concluye: "No se encontraron rastros, ni sangre ni ropa. Desapareció como si nada. Si hubiera muerto hace rato se habría encontrado su cadáver".

Las esperanzas en el hombre y la desesperanza en la mujer son dos emociones que se apropiaron de sus sentimientos. Cada uno desde su lugar expresa el amor que sienten y tienen por su hijo: el joven Sulca desaparecido hace más de 50 días en los cerros del paraje Las Capillas, en el departamento de Rosario de Lerma. /El Tribuno Salta