Sociedad Por: InformateSalta10/12/2021

Escapar de la guerra y empezar de nuevo, la historia de Mary Alosh

Mary

En la Argentina de estos tiempos es casi impensable pensar en vivir en medio de un conflicto bélico, lamentablemente esa no es la realidad de otros países del mundo, como Siria donde el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) ataca sin piedad alguna.

Mary Alosh y su familia son algunos de los tantos ciudadanos que se vieron obligados a salir del país en busca de poder en vivir en paz. Así fue como llegaron al país en 2016, más precisamente a Salta y gracias a la ayuda de sus tíos lograron empezar de nuevo.

De visita pon InformateSalta, la joven de 19 años contó que llegó sin saber ni una sola palabra en español pero gracias a sus profesoras del Colegio María Auxiliadora, institución donde cursó sus estudios secundarios, en dos años aprendió y ahora puede expresarse en nuestro idioma sin ninguna complicación. Actualmente cursa el 1° año de la carrera de Turismo en la Universidad Católica de Salta.  

Me costó mucho pero las profesoras me ayudaron con traductor, con libros, con dibujos a enseñarme algunas cosas, las letras, todo, porque las letras son muy diferentes, se escribe al revés en árabe. Me adoptaron a mí y a otras chicas”, manifestó.

En la ocasión, Mary detalló que hace 5 años, ella junto a sus padres y hermano, viven en la provincia y tuvieron que acostumbrarse a vivir de una manera totalmente diferente, en una cultura diferente, con un pensamiento diferente e incluso hasta comida diferente.

En este sentido, contó que en Homs, ciudad donde ella vivía en Siria, perdió casi un año de sus estudios por la cantidad de secuestros que había por la guerra, además con su familia debieron quedarse encerrados 7 meses dentro de su hogar porque las bombas caían en los alrededores.  

 “Con el tema de la comida, mi vecinos nos acercaba detrás de la casa, nos encerraban las calles por el tema de ISIS, que venían con las armas. Los pueblos eran más tranquis, pero a este lugar si, muchos edificios se destruyeron, las Iglesias también, todo. Pero gracias a Dios pudimos pasar esa situación sin que nos pase nada. Extraño mucho, aunque no tenga familia, si tengo a mis tíos, pero extraño volver, mi casa, todo”, dijo.

Además, detalló que su educación allá la recibía de una institución pública, cuyo nivel es muy bueno, sin embargo, la situación social no era la mejor. “Me pasaron muchas cosas, hubo secuestros también dentro del colegio, eso nos asustó mucho. Por las diferentes religiones, muchos conflictos entre dos alumnos. Dos veces cayeron bombas al colegio y nos hacían poner debajo del banco, fue todo un susto y mis padres estaban muy preocupados por eso, ahora están felices, más tranquilos. Acá estamos en paz”, expresó.

En otro orden de cosas, habló de la diferencias en relación a la vida social y en cómo tuvo que pelear en Salta para que su padre le permita salir de noche. “En Siria somos muy cerrados, en mi familia no se acostumbra mucho a que salga a bares y esas cosas, a boliches. Le costó a mi papá que me deje salir con amigas, pero ya ellas lo convencieron”, contó.  

Finalmente, se refirió a las posibilidades de futuro que hay en Siria, las que hoy en día son prácticamente nulas. “Uno si termina la secundaria, la universidad, con ese título ya no se puede hacer nada. Cuesta, ya no quieren que el país crezca más, por eso la mayoría hicieron futuro en Alemania, en otros países, yo como tenía a mis tíos acá, vine”, afirmó.