“Es muy difícil que una persona con antecedentes sea incluida en un puesto laboral formal”

El diputado provincial Bernardo Biella anunció que está trabajando en un proyecto que buscará impulsar una efectiva reinserción social y laboral de la población carcelaria. Pero ¿cuál es la situación actual? ¿cómo trabajan desde el Ministerio de Seguridad en tal sentido?

En diálogo con InformateSalta, la titular de la Dirección de Inserción Social y Supervisión de Liberados, Mariel Agüero, detalló que desde su área lo que hace es una especie de tutoría a las personas que egresan de las unidades carcelarias con parte de su condena cumplida.

“Estas personas son incorporadas al programa de libertad condicional tres meses antes del egreso de penal. Se evalúa como va a ser su situación cuando salga, cuáles son sus posibilidades laborales, si aprendió un oficio en el penal o si ya lo tenía de antes”, dijo.

En este sentido, indicó que tienen casi 5 mil tutelados que atender y gracias a una importante suma de dinero que llegó de Nación, pudieron entregar herramientas y maquinarias para reforzar o fortalecer algunos emprendimientos laborales.

“El tema más convocante para la gente es el tema de la construcción, casi todos son albañiles, la gran mayoría y muchos de ellos son ayudantes no oficiales. Hay poca capacitación para las personas”, expresó.

Asimismo, reconoció que, si bien tienen convenios con la Municipalidad, con algunas empresas y ONGs, es sumamente difícil la reinserción laboral a un puesto formal de una persona con antecedentes penales.

“Es muy difícil que una persona que tiene antecedentes puedan ser incluida en un puesto laboral formal. Es más, hay empresas en donde les exigen el certificado de no tener antecedentes. A veces pasan 10 años hasta que dejan de salir esos antecedentes en los certificados de la policía, aun habiendo cumplido la condena”, aseveró.

Por tal razón, aseguró que con los diferentes programas se apunta a las posibilidades de emprendimientos independientes o autónomos que, aunque sean pequeños, les permitan tener ingresos.  

“Siempre es un subempleo, no llega a cubrir las necesidades de las familias. Hay personas que hicieron capacitaciones importantes en oficios un poco más demandado y ahí si tienen un poco más de posibilidades, pero es difícil. Siempre es un desafío para una persona que sale del penal volver a incluirse laboralmente de manera formal. Hay toda una serie de frustraciones para tener esa segunda oportunidad”, afirmó.