"Nos fuiste arruinando la vida", la carta de un seminarista a horas del fallo contra Zanchetta
Son horas trascendentales las que se están viviendo en el norte provincial donde se aguarda la sentencia contra el ex obispo de Orán, Gustavo Zanchetta, a quien se lo juzga bajo el delito de abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de dos exseminaristas.
Justamente y a horas de conocerse el veredicto del tribunal de Orán que lo está juzgando, uno de los seminaristas que habría sido víctima del ex religioso escribió una carta donde pidió justicia, agradeciendo el acompañamiento de familiares y personas cercanas tras atravesar todo este proceso.
“Una mezcla de sensaciones y sentimientos. Pero desde que comenzó todo siempre tuve la certeza que la verdad tiene fuerza por si sola para salir a la luz”, dice el seminarista en la carta que compartió el medio Radio A de Orán.
Dicho esto se dirigió a los jueces de quienes consideró “tienen napoleónica tarea de dictar una sentencia, sólo les pido justicia. Que tengan en cuenta los numerosos testimonios que coinciden en un punto: la depravación de este sujeto reprochable. Y consideren el aporte de profesionales de la salud mental y peritos”.
Luego agradeció a fiscales, a religiosos y familiares, entre otros: “A los denunciantes y testigos, un gracias por la valentía de enfrentar todo. Sé de lo difícil que fue enfrentar la situación, lo doloroso del proceso, la sensación de incomprensión y prejuicio. Sepan que no están solos; a los fieles y amigos que acompañan desde el lunes pasado a fuera del juzgado, un enorme gracias. Que gran valor que tienen al no sentirse presionados a callar sus voces por nada ni por nadie”.
Por último se dirigió al ex obispo. “Siento una mezcla de bronca y lastima por vos. Qué increíble que no reconozcas nada, pero bueno, que más se le puede pedir a un psicópata manipulador. Así como actuó la justicia civil, espero lo suyo de la canónica”.
“Nos fuiste arruinando la vida. Rompiendo sueños y proyectos. Hoy en día muchos la peleamos día a día, experimentamos el amargo sabor de la soledad, la incomprensión y el prejuicio”.