Tenía encerrada con candado a su esposa e hijos y sin comer
Una puerta entreabierta y las luces de las sirenas de un móvil policial fueron suficientes para que una mujer huyera de su casa, donde había pasado doce horas encerradas junto a sus hijos, en el barrio 25 de Mayo de La Banda, localidad de Santiago del Estero.
"María" (nombre ficticio) logró ponerle fin ayer al calvario que vivía desde hace años. Encontró la oportunidad y corrió hacia la calle al ver un patrullero a cuyos efectivos les suplicó por ayuda para salvar a sus hijos.
En medio de una crisis de nervios, la joven mujer comenzó a gritarles a los uniformados para que se detuvieran. Les suplicó que sacaran a sus hijos quienes se encontraban dentro de la vivienda —ubicada sobre la Manzana 16— y en ese momento fueron amenazados por su padre.
Con autorización de la mujer ingresaron y rescataron a sus dos hijos. Además allí demoraron al sujeto ya que la víctima les manifestó que los tenía encerrados, sin darles de comer durante varias horas.
Rápidamente los uniformados —pertenecientes a la División Prevención Zona 5— solicitaron ayuda de sus pares de la Comisaría Nº2 de la Mujer y la Familia, quienes se hicieron cargo de la investigación.
En la Comisaría, "María" (30) contó que hace dos años que convive en La Banda con el acusado —identificado como Cristian Torres, de 33 años— y tienen dos niños en común, de tres y dos años. Explicó que su pareja es una persona violenta y que consume sustancias tóxicas.
En medio de una crisis de llanto, la mujer contó que los hechos de violencia siempre estuvieron presentes en la relación y que el acusado (desde que residen en La Banda) cada vez que sale cierra la puerta con candado para evitar que salga a la calle.
Expresó que durante la noche del martes, el violento comenzó a consumir sustancias y estuvo despierto toda la noche. Ya en la mañana del miércoles, cuando ella le pidió que abriera el candado para que saliera a comprar, éste comenzó a insultarla.
"Ya vas a ver, voy a buscar a tus m...", le manifestó mientras alucinaba y repetía incoherencias. Según contó la víctima los menores desde el martes a la noche no habían sido alimentados ya que él le había quitado todo el dinero que tenía, y lo habría utilizado para proveerse de droga.
Cerca de las 18.30, "María" logró que su pareja le sacara la llave al candado cuando ella le mintió que iría a comprar leche. En ese momento observó que las luces azules de la policía estaban próximas a su casa por lo que no dudó en salir corriendo y pedir ayuda.
La mujer contó que mientras vivían en la provincia de Buenos Aires ya lo había denunciado y para evitar sus ataques físicos debió ser asistida en un hogar de víctimas de violencia. Meses después el acusado logró comunicarse con ella y le manifestó que si no volvía, viajaría a Corrientes (donde vive su familia) y los mataría a todos.
Los efectivos contaron al Dr. Pedro Ibáñez —fiscal de turno— todo el hecho y éste ordenó que el acusado quedase aprehendido.