En Córdoba hubo reventa de bienes saqueados
En varios allanamientos, la policía logró recuperar una parte del botín robado. Anoche seguía el clima de tensión.
Ninguno entiende bien qué pasó ni como ni porqué, pero todos coinciden en que se rompió un contrato moral y se instaló el vale todo. Todos desconfían de todos. “Llegué a la farmacia a las seis de la mañana y todavía había gente adentro, sacándome todo, una era una clienta de años”. “Vinieron a mi casa, ni tocaron timbre y entraron con armas largas buscando electrodomésticos. No tenía nada y ahora mis vecinos creen que yo los delaté. No puedo salir de mi casa”. “¡¿Por qué no voy a llevarme algo yo? Si todos robaban, la policía roba, ellos roban”.
Así hablaron con Clarín comerciantes atacados, vecinos de barrios marginales, hombre y mujeres de trabajo que se sumaron a los saqueos iniciados por bandas armadas. La policía provincial que se reincorporó a sus funciones el miércoles a la tarde después que el gobierno de José Manuel De la Sota aceptara otorgarles una aumento salarial del 52%, ayer continuó con los allanamientos en los barrios afectados.
Según precisó el comisario inspector Gabriel Álvarez, al cierre de esta edición se habían detenido entre 115 y 120 personas. Las publicaciones en redes sociales y la línea 0800 para recibir denuncias ayudaron a identificar los domicilios a allanar.
Según informaron desde la cartera de Seguridad provincial, los operativos continuarán durante toda la semana y se espera que hoy los cuatro fiscales a cargo de la investigación definan un procedimiento para que los comerciantes puedan identificar y retirar los bienes saqueados. Los bienes recuperados están custodiados en el gimnasio de la escuela de Policía del barrio Las Palmas.
Pero no todo se recuperó.
“Hoy venían y te ofrecían aires acondicionados por $200, un LED de 50 pulgadas por tres mil pesos, freezer por $100 y te decían que lo que necesitaras te lo conseguían”, contaron a Clarín en Villa Siburu y precisaron que muchos de los electrodomésticos eran acumulados detrás del supermercado macro, donde se podía ir a comprar.
En Villa Cornú también hubo reventa, pero los allanamientos desalentaron a varios que no se animaron a correr riesgos y sacaron lo que tenían a la vereda. “Muchos no sacaron las cosas porque ya se las habían vendido a otro vecino y a ese otro vecino no lo allanaron ¿Entendés?”, contó una vecina con militancia barrial y aseguró: “Acá, en este barrio, no detuvieron ni a uno solo y de algunas casas se llevaron hasta siete heladeras. Yo los vi, los vecinos lo vieron. ¿Todo eso dónde va? ¿Cómo sabemos cuantas cosas se recuperaron si nadie firmó ningún acta cuando le incautaron las cosas?”.
Anoche, los rumores de nuevos saqueos y denuncias de personas merodeando en las cercanías de los hipermercados comenzaron a circular en medios y redes sociales.
El clima de tensión continuaba.
Una vecina de un barrio pegado a la avenida Donato Álvarez contó que se irá de su casa por unos días, con sus hijos y su esposo, porque tiene miedo. Desde la esquina escucha los gritos: “¡Te vamos a quemar la casa! ¡Nos mandaste la yuta!”. Es que sus vecinos creen que ella los delató a la policía y que por eso los allanaron.
Sobre la avenida los comerciantes trabajaron desde temprano en recuperar lo que se podía. A Rubén López le quedaron cenizas. Su ferretería de 22 años fue saqueada e incendiada el miércoles a la madrugada. Él desde su casa que está a 100 metros vio todo, pero no pudo hacer nada “Me quedé en mi casa cuidando a mi familia”, relató con las manos tiznadas. Dice que está devastado, pero no se retira: “Voy a levantar esto otra vez”. Mientras, se asesora para iniciarle un juicio a la provincia.
Pero no todos tienen la fortaleza de Rubén. En la misma cuadra, al dueño de una farmacia también le rompieron todo. “Tengo impotencia, dolor, bronca”, dice Ezequiel y baja la cabeza apretándose los ojos con la mano.
Su esposa, farmacéutica, todavía no volvió al local. No quiere ver lo que quedó: nada.
Fuente: Diario Clarín