Sólo en junio, se abrió la convocatoria de 9 niños y adolescentes de Salta para adopción
El amor de una familia es un sueño que comparten muchos niños y adolescentes que no tienen la fortuna de poder tener una. Por ello, el Registro de Adopciones del Poder Judicial actualiza constantemente las fichas. En lo que va de junio, se publicaron 4 convocatorias de un total de 9 niños y adolescentes salteños.
La primera de ellas es para 3 hermanos. El mayor tiene 13 años, cursa el primer año de la secundaria en una escuela técnica donde tiene un buen rendimiento, es responsable, comunicativo, afectuoso, creativo, le gusta la robótica, dibujar y hacer manualidades.
Los otros dos, un niño y una niña, tienen 8 años y son mellizos que están asistiendo al tercer grado en una escuela pública. Él es un niño sociable, cariñoso y afectuoso; al igual que a su hermano mayor, le gusta mucho dibujar, es buen alumno, juega con Legos y comparte con otros niños. Ella es muy afectuosa al igual que sus hermanos, juega con muñecas y pinta, es cariñosa y más demandante afectivamente que sus pares.
La segunda es de una jovencita de 13 años, que le gusta mucho bailar, y concurrió a algunos talleres sobre habilidades emocionales. Se destaca por relacionarse y establecer vínculos tanto con otros niños y niñas, como con adultos. Cursa el séptimo grado en una escuela común, donde muestra un buen desempeño.
La tercera, también para 3 hermanitos. Daniel tiene 7 años y es el mayor. Sus hermanas son María de 3 y Estefanía, de 2. Él le dijo al juez de familia que está a cargo de su expediente, que quiere ser adoptado junto a las niñas, ya que los tres tienen un vínculo de afecto muy estrecho. Convocaron a familias de todo el país que los adopte juntos y que pueda acompañarlos en su crecimiento, brindándoles un entorno de afecto y cuidados acordes a su edad.
Dani asiste a segundo grado en una escuela primaria común. Se muestra como un niño activo y disperso, y asiste a terapia psicológica. Las nenas asisten al núcleo educativo a cargo del dispositivo, acorde a sus edades. La más grande es curiosa y tranquila. Si bien presenta diagnóstico de HIV positivo, la carga viral es indetectable, y responde de manera favorable al tratamiento indicado. La más pequeña es alegre y juguetona, y tiene mucha energía.
Y la última es de dos amiguitos que tienen un lazo tan fuerte que se consideran hermanos. León, el mayor, tiene 9 años, y es un niño tímido, que disfruta de jugar con sus amigos y de realizar actividades deportivas: la que más le gusta es el básquet. Además le encanta participar de grupos de boyscout. Su hermano Martín tiene un año menos, y se caracteriza por ser sociable, amigable y cariñoso.
Los dos niños tienen diagnóstico de retraso mental leve, y cuentan con el certificado único de discapacidad (CUD). El más grande recibe tratamiento psicológico, mientras que el más pequeño acude periódicamente a un fonoaudiólogo. Asisten a tercer y cuarto grado de la escuela primaria con maestra de apoyo.