Justicia25/07/2022

Juicio a Rangeón: "Lo único que quiere es volver a su vida y a su casa"

Finalmente, hoy a las 13 se conocerá la sentencia del juicio a Pablo Rangeón, el productor de moda acusado de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de 6 mujeres.

Por eso, el abogado defensor de la causa, Luciano Romano, dijo que piden absolución lisa y llana de este hombre y manifestó tener altas expectativas de los resultados ya que vieron dudas y contradicciones entre las denuncias originarias y las posteriores rectificaciones, como así también en las pruebas periciales.

“Consideramos que a ninguna persona se le debe creer por la condición, sino que los tribunales siempre se tienen que basar en pruebas que determinen la credibilidad de sus dichos”, manifestó por Multivisión.

Sobre esto agregó que en Salta no se puede ir condenando a personas con el simple relato de una denunciante: “eso le da la facultad y poder a una persona, no simplemente de iniciar un proceso, sino de llegar a una condena. Nos centramos en que el tribunal pueda observar y pueda determinar el resultado de este proceso conforme a las pruebas”, dijo.

“Generalmente son delitos que se dan en un marco de intimidad, en la clandestinidad y se carece de pruebas, por lo cual recurrimos a pruebas indirectas, periciales, psicológicas, testigos y en eso nos basamos”, agregó y dijo que llama la atención que de ninguna de las 6 denunciantes surgen indicadores post traumáticos que puedan dar indicio de un ataque sexual.

Queremos que todo queda acá, Rangeón lo único que quiere es volver a su vida y a su casa

Por otra parte, añadió que su fundamento inicial es que “la principal denunciante lo hace motivado por la ruptura de pareja, lo cual ha quedado acreditado no solo por denuncias de Rangeón en 2015, 2016, sino que se presentó documentación que da credibilidad a que eran pareja y eso ha llevado a que ella se comunicara con personas para que haga la denuncia y hay una investigación pericial que lo prueba”.

No hay pruebas para que el tribunal pueda darle una condena a Pablo Rangeón