Policiales Por: InformateSalta09/08/2022

“Vivimos con miedo”, el duro testimonio del dueño de un corralón asaltado cuatro veces

Walter es un vecino de B° Las Tunas, Cerrillos que hoy se ve angustiado ante los hechos de inseguridad que vive el barrio que se volvió presa fácil para malvivientes que llegan de barrios aledaños y escapan por el río. 

El vecino es dueño de un corralón y en su caso suma 4 robos en un año, pero asegura que a diario en el barrio se registran al menos 5 hechos similares. "Quedamos en la deriva, sin saber que hacer. Siempre con miedo, por mis hijos y los hijos de mis vecinos" expresó. 

Ante las cámaras de Multivisión, el vecino pidió al Ministro de Seguridad mayor presencia policial ya que hoy en la Subcomisaría que tienen solo cuentan con 8 efectivos para 24 barrios y sin móvil policial. 

"No cuesta nada dividir la cantidad en horarios. Si hay presencia policial se van a ir a otro lado, no van a dejar de robar, pero se van a ir a otro lado. Lo que estamos necesitando acá los vecinos es un descanso, estamos muy saturados, son 5 robos por día y si no son más". 

Desesperado, aseguró que en la zona hay "vía libre" y no reciben respuestas de nadie. "Señora Intendenta, alguien del Ministerio de Justicia que por favor se den una vuelta acá, no hablen conmigo, hablen con mis vecinos que la están pasando re mal, con el miedo y todo lo demás. En un año me robaron 4 veces".

Siguiendo en su relato, Walter contó una de las formas en las que actúan los malvivientes que los acechan diariamente. "La gente que me robó que viven en Pinares, vienen sogueando, no tienen con qué comprar y vienen sogueando y al que agarran roban, cruzan el río. Compran y están tirados a la orilla del río tirados ahí, consumiendo, una lastima por ellos pero los que perdemos somos nosotros". 

En cuanto el último robo que sufrió, existe un video donde se ve a un sujeto llevándose una carretilla desde la puerta de su corralón mientras otro sujeto lo espera en una moto. Pero recordó que le robaron hasta la silla de rueda de su hija y después se la quisieron vender. 

"El mismo tipo que me la robó al otro día, a la noche me la vino a querer vender. Diciendo que se la habían vendido a él. Es una silla postural que no se la puede vender a nadie. Lo redujimos hasta que vino la policía, no dimos con la silla, encontramos las ruedas, el respaldar y el asiento no. La segunda vez la camioneta, me reventaron el vidrio y me robaron la batería".

Contó además que en un momento cuando trataban de identificar a los ladrones su mujer tuvo que manejar el móvil policial porque la femenina con la que quedaron en un momento no sabía manejar. 

"Tenemos que hacer de investigadores, policías, justicieros porque no sabemos más que hacer. Tuvo que manejar ella unas diez cuadras" pero esta no es la única historia que Walter puede contar, ya que a diario deben enfrentar un sinfín de situaciones.