Femicidio de Martina Díaz: peritos descartaron la hipótesis del disparo accidental
En la Sala VII se desarrollan los tramos finales del juicio seguido contra Gregorio Osvaldo Suárez (32), alias “Goyo”, por los delitos de homicidio calificado por femicidio y por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de armas, en perjuicio de Martina Juliana Díaz (25).
Suárez está acusado por un hecho ocurrido el 15 de mayo de 2019, en El Catrial, Angastaco (departamento de San Carlos). Según consta en la causa, ese día, alrededor de las 23, el acusado le disparó a Martina Díaz en la zona abdominal y luego huyó a esconderse en una zona inhóspita, cerca del límite con la provincia de Catamarca. Martina Juliana Díaz falleció el 16 de mayo de 2019.
Durante la jornada declararon dos licenciados en Criminalística (un perito del CIF y un perito de parte de la Corte) que analizaron la mecánica del hecho en base a las declaraciones testimoniales brindadas por el imputado y a pruebas reunidas.
Luego de su detención, Gregorio Suárez dio su versión y sostuvo que, estando preso, logró recordar que ese día él había estado tomando bebidas alcohólicas con su hermano. Entonces llegó Martina y él le reclamó porque había demorado en volver de Pampa Llana. Ella le explicó que había aplazado su regreso porque no encontraba coca para el abuelo.
El acusado sostuvo que él estaba convencido de que ella tenía otro hombre. Le pidió a Martina su teléfono y ella le dijo que no tenía batería. Entonces discutieron. Fueron hacia el corral y él le dijo que se iba a quitar la vida. Ella le pidió que hablaran y quiso quitarle el arma. Fue en ese forcejeo que él tropezó con una piedra, presionó el gatillo sin querer y la bala le dio a Martina.
Gregorio Suárez agregó que, ante esto, se asustó, decidió no matarse y huyó a los cerros para esconderse.
Los peritos indicaron que intentaron recrear el suceso siguiendo el relato del imputado. Señalaron que, conforme a las diligencias llevadas a cabo, el acto de tropiezo no pudo producir un disparo accidental. Ante consultas de la defensa, aclararon que los parámetros no son fijos porque la fuerza utilizada varía de acuerdo a cada persona y diversos factores.
El arma secuestrada es un tipo de carabina modificada (de semiautomática a tiro a tiro). Los testigos indicaron que, por sus características, después del disparo, quien la manipulaba debió mover una manivela voluntariamente hacia atrás para expulsar la vaina encontrada en el lugar del hecho.
En función de la forma en que se debe cargar el arma, y de acuerdo a resultados de pericias balísticas realizadas en casos de disparos accidentales, los peritos aseveraron que quien manipuló la carabina tenía conocimiento acerca de su funcionamiento.
Finalmente declaró un perito del CIF que tuvo a su cargo el análisis del teléfono de la víctima. Indicó que no existía intercambio de mensajes entre Martina Díaz y Gregorio Suárez. Luego se verificó que el acusado no manejaba celular.