Justicia Por: InformateSalta25/10/2022

Su padrastro la abusó durante años y dejó una estremecedora carta a su madre

Desde los 12, y por 5 años, era violada por su padrastro. En el 2020, se fugó, pero el acusado la descubrió y quemó una carta que dejó para su mamá delatándolo. El año pasado, en tanto, logró huir y revelar todo. Ayer, el abusador fue condenado.

El año pasado, logró escapar de su casa, en Villa María Ester, agotada física y mentalmente por los constantes abusos sexuales a la que era sometida por su padrastro.

Es que, a los 6 años, cuando su madre trajo al acusado a vivir a casa, ella le dijo si podía llamarlo “papá”, pues no había conocido su verdadero padre. Desde ese momento, que la menor recordó al ser entrevistada en la Cámara Gesell, vivió con esperanza de una familia.

A los 12, sin embargo, el sujeto que hasta ese momento había aparentado ser un padre dedicado, comenzó a someterla a una serie de abusos que la menor nunca imaginó. En principio, fueron tocamientos obscenos, para luego, a los 13, obligarla a desnudarse y rozar su pene en sus partes íntimas.

Cuando cumplió 14, en 2019, la joven fue sometida sexualmente por su padrastro, quien no paró hasta el 10 de mayo del 2021, cuando finalmente la menor logró huir de casa, con la excusa de que iba a la casa de una amiga, cuando en realidad se refugió con la tía de una compañera.

Un mensaje

Ese día, cuando su madre llego de trabajar, a las 18, preguntó por su hija, a lo que su pareja respondió que se había ido a la casa de una amiga, por lo que comenzó a llamarla, para luego ir a su pieza a revisar sus pertenencias en busca de alguna pista.

En eso, recibió un mensaje de su nena: “Por el bien tuyo y mío”. Lo repitió una y otra vez y no lo entendió hasta que, de pronto, al revisar una carpeta, encontró una carta en la que su hija relató los abusos sexuales de su padrastro, lo que sucedía de los 12 años.

Lo sorprendieron violando a su hermana y lo condenaron a prisión

Con la carta en la mano, encaró a su pareja, le reclamó por los abusos y le dijo que se entregué a la policía. Más tarde, una mujer, la tía donde se había refugiado su hija, la llamó y le dijo que vaya a la comisaría de barrio Solidaridad, ya que iba a dejar a la menor en esa dependencia.

Ya en la policía, madre e hija se abrazaron, lloraron y ella hizo la denuncia, la que derivó en la detención de su pareja, de 33 años, quien ayer, en la audiencia de juicio abreviado, reconoció los abusos y aceptó la condena impuesta de ocho años y seis meses de prisión.

En su relato del último día de abusos, la menor contó que llegó de la escuela con hambre, así que se hizo un té y se sentó a ver la televisión, circunstancias en que el acusado, apareció con un preservativo en la mano, se lo colocó y luego tomó por la fuerza a la menor.

Le bajó el cancán y la violó, tras lo cual se acostó a dormir, instancias en que la menor aprovechó para irse a la casa de una amiga. Ese abuso no fue distinto de otros tantos que sufrió cada vez que quedaba a solas con su padrastro, lo que pasaba seguido, ya que la madre se iba a de casa muy temprano, para regresar al atardecer, mientras que el acusado, regresaba al mediodía, y muchas veces, ebrio.