"Llevé a mi hija de 5 años al hospital por un dolor de pierna y me la traje en un cajón"
Un hecho sumamente desgarrador sacudió a la familia Cuenca de Tartagal quienes, tras horas de dolor, miedo e incertidumbre, perdieron a su hijita María José Cuenca Gallardo de 5 años de edad. Su padre, Marcos Cuenca, denunció públicamente que se trataría de una mala praxis por parte del equipo de salud del hospital.
El padre de la menor la habría llevado al nosocomio cerca de las 1 de la mañana del día lunes, para que sea revisada a causa de un dolor en una de sus piernas. “Le hicieron una placa y tenía que esperar los resultados de los análisis para descartar un cuadro de apendicitis. Le pusieron un calmante y me dijeron que vuelva tranquilo a la casa, que en caso de que los resultados del análisis registren un cuadro de apendicitis me llamarían y ella sería intervenida quirúrgicamente”, detalló Cuenca.
Ambos, padre e hija, regresaron a su hogar, en donde permanecieron solamente por media hora, ya que el dolor en su pierna volvía a aparecer. De nuevo en el hospital, la niña quedó internada a las 5 de la mañana.
“El día martes amaneció con dolor de pierna y así estuvo durante todo el día. Lo único que hacían los médicos era inyectarla para ponerle calmantes y antibióticos”, descargó el progenitor de la víctima.
Seguidamente, los resultados de los análisis descartaron que fuera un problema del apéndice, por lo que los médicos indicaron que debían hacerle una ecografía muscular en su miembro inferior derecho para así descartar la existencia de algún tumor que ocasionara el dolor que la niña padecía.
Su padre asegura que ella en ningún momento se golpeó la pierna, no tenía marcas ni heridas. Tampoco registró dolor de cabeza, de estómago, ni fiebre durante su arribo al nosocomio. Lo único que le dolía era la pierna y así permaneció con su dolor.
“Cuando fui a sacar turno para la ecografía, estuve esperando desde las 17 hasta las 18.30 hs y recién me dieron turno para el miércoles a las 11 de la mañana. Les consulté si no podía hacerse antes; me respondieron que no se podía por cuestiones administrativas y además por un corte de energía general que aconteció en algunas zonas de Tartagal. Esa misma mañana, mi nena ya amaneció con dolor de estómago y vomitando sangre. Finalmente, le ingresó sangre en sus pulmones”, detalla el hombre totalmente quebrado en su relato.
La menor fallece en el día de ayer a las 18 horas, aproximadamente. “La entubaron como a las 9.30 de la mañana y duró hasta la tarde, nada más. La entubaron, le pusieron cables y un montón de cosas por todos lados”, se descarga Marcos de manera impotente y superado por la situación.
“Me dijeron que ella fallece a causa de un virus o una bacteria que le había entrado a la sangre. Entonces yo les consulté cómo podía ser que, de un dolor de pierna termine con sangre en sus pulmones y posiblemente también en su cerebro”, fueron las suspicaces palabras de un padre abatido y consternado.
“La doctora que la vio, me dijo que no se la veía bien y que necesitaba hacerle una tomografía. La desconectaron y empezó a empeorar, por lo que rápidamente intentaron conectarla de nuevo, pero en ese momento es cuando a ella sufre un paro cardiorespiratorio. Trataron de reanimarla durante media hora, pero ya fue inútil”, solloza Cuenca absolutamente resignado.
“Hoy era su último día de escuela, estaba contenta porque se terminaban las clases y porque tenía que hacer su esquema de Papá Noel”, recuerda el padre de la menor entre lágrimas y esbozos de sonrisas.
“No me explico cómo puede haber pasado todo tan rápido, desde la mañana hasta las seis de la tarde. El dolor de pierna fue incrementando cada vez más y los médicos sólo le inyectaban calmantes y antibióticos. Recién cuando empezó a vomitar sangre se preocuparon y le conectaron oxígeno y otras cosas. A las 9 de la mañana tuvieron que intubarla y allí notaron que también tenía sangre en los pulmones. Como a las 4 ó 5 de la tarde me dijeron que existía la posibilidad de que también tuviera sangre en el cerebro. Luego le empezaron a salir moretones por todas partes del cuerpo: las piernas, los pies, el pecho, los labios. Todo el cuerpo se le empezó a poner morado, negro”, relató minuciosamente Cuenca.
“Los médicos me dicen que es a causa de una bacteria y querían venir a mi casa a ver qué bacteria podía ser. Pero acá no hay nadie enfermo, estamos todos bien. A mí no me entra en la cabeza que le hayan puesto tantos medicamentos, eso sí que le hizo mal”, piensa el dolido padre en voz alta.
“Estuve hablando con mi señora, vamos a realizar una denuncia por mala praxis, porque no nos cierra que por un dolor de pierna termine con sangre en los pulmones.”
Asimismo, el padre de María José contó que no se la pudo derivar a Salta porque ella ya no resistía más. “En un principio, no nos dijeron nada, ni siquiera lo que tenía. Recién cuando la intubaron nos dijeron que podía tener un virus, una infección fuerte o una bacteria que tenía en la sangre. No saben qué tipo de bacteria, recién dentro de cuatro o cinco días van a estar los resultados de los análisis”.
Marcos Cuenca está convencido de que el deceso de su hija tiene que ver con un supuesto poco control en la dosis de los medicamentos inyectados a la paciente. “Si hubieran actuado más rápidamente, cuando ella solamente se quejaba del dolor de su piernita, hubiera sido diferente la situación”, aseveró.
No obstante, al relatar los sucesos, el padre de la niña rememoró un antecedente previo en la salud de la menor: “Ella era una nena sana, nunca tuvo enfermedades ni problemas de ningún tipo. Hace dos meses estuvo internada con vómitos y dolor de panza a causa de la ingesta de agua en mal estado, pero se recuperó de la mejor manera. Diferente a esta situación en que la llevé al hospital por un dolor en su piernita y me la termino trayendo a mi casa en un cajón”, son las crudas palabras de Marcos.
"La llevé al hospital por un dolor en su piernita y me la termino trayendo a mi casa en un cajón.”
En la transmisión de la entrevista realizada al padre por parte del medio Videotar Noticas, puede observarse el Certificado de Defunción expedido por el nosocomio en donde se lee “Paro cardiorespiratorio debido a un shock séptico”. Es decir que toma más fuerza el cuadro de infección diagnosticado.
Los restos de la menor, María José Cuenca Gallardo, de 5 años de edad, fueron velados en su domicilio del B° San Juan, en Tartagal. Desde las 10 de la mañana de la jornada de hoy, los padres de la niña estuvieron acompañados de familiares, vecinos y amigos en la dolorosa peregrinación hacia el eterno descanso de su pequeña hija.
Otro caso
El padre de la menor aprovechó la oportunidad para contar sobre el caso de una vecina que también estaba en el nosocomio, acompañando a su nieto que estaba con fiebre. Según lo que relata Cuenca, la mujer salió hablando en otros medios denunciando al personal del hospital por querer suministrarle medicamentos contra la meningitis a su nieto antes de realizarle algún tipo de estudio.
Acto seguido, el menor fue revisado por otro profesional que advirtió una ampolla en su lengua, la cual sería la causante de la fiebre que lo aquejaba, descartando el diagnóstico previo de meningitis y aumentando aún más la polémica y la controversia en torno al personal del nosocomio.