Tras el caos en ruta 68 y la odisea para volver a casa, ¿qué pasará en la Serenata?
Luego de las tormentas que tuvieron lugar el fin de semana en gran parte de la provincia, siguen las repercusiones en torno a los problemas que las precipitaciones causaron en diferentes puntos de la provincia, al igual que Salta Capital con las lluvias de este lunes por la madrugada.
Sin duda, de las consecuencias más relevantes se encuentra lo que ocurrió sobre ruta nacional 68 entre Cafayate y Talapampa (La Viña), donde las correntadas hicieron un socavón al costado del puente Morales, complicando el tránsito vehicular.
El caos se generó cuando cientos de salteños y turistas que se encontraban en el sur provincial debieron retornar hasta la Capital salteña. Muchos de estos, por no decir la gran mayoría, viajaron hasta la localidad de San Carlos para disfrutar del festival de tres jornadas que se desarrolló el fin de semana pero las inclemencias climáticas empañaron el disfrute de la buena música y de los artistas que subieron al escenario.
Fueron virales las imágenes de las filas de automóviles, vehículos y rodados que aguardaron por horas para circular. Es que por el paso por dicho puente se cortó a la noche del domingo debido a la peligrosidad que presentaba, mientras que los colectivos de larga distancia suspendieron sus salidas. El retorno recién se habilitó este lunes por la mañana y a paso de hombre.
Hay quienes tuvieron entre 7 y 10 horas para llegar desde Cafayate hasta Capital.
Es aquí cuando surge una serie de cuestionamientos que precisan de una respuesta, pues cuando se mira el calendario, es fácil percatarse que resta aproximadamente un mes para la Serenata a Cafayate, tal vez el evento folclórico más resonante por esta época del año y que implica el traslado de personas de toda la provincia hacia el departamento del sur territorial.
¿Qué pasará con las rutas si sigue lloviendo así? ¿Las carreteras están en condiciones? ¿Será necesaria una planificación preventiva? Estas son algunas de las preguntas que pueden hacerse, pensando en que recién presenciamos las primeras precipitaciones fuertes de la temporada, siendo febrero un mes de constantes lluvias como bien nos tiene acostumbrado el clima de Salta.
Si sigue lloviendo con esta intensidad, ¿habrá peligro de deslizamiento de rocas, sedimento, lodo y crecida de arroyos? ¿Las rutas soportarán las correntadas? ¿Habrá otros tramos en peligro como lo ocurrido en puente Morales? Preguntas que surgen y que requerirán de respuestas a corto plazo, más cuando el reloj corre en cuenta regresiva para la concreción del festival como el traslado de espectadores a la Serenata.