Sociedad01/03/2023

Paso a paso: cómo fue que un incendio puso en crisis el sistema eléctrico y dejó sin luz a 20 millones de personas

En su discurso de apertura de sesiones legislativas, el presidente Alberto Fernández proclamó que “la Argentina es la energía que necesita el mundo”. A las pocas horas, un minuto antes de las cuatro de la tarde, le llegó un bumerán a esa declaración: un incendió provocó un incidente eléctrico inédito en cuatro años, que dejó casi a 20 millones de personas sin luz por un lapso de entre 3 y 4 horas.

El apagón eléctrico duró cuatro horas y tocó -en distintos momentos- a casi todo el país: desde el noreste hasta Santa Cruz, pasando por Córdoba, Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires. En algunos barrios porteños (Abasto, Once, por ejemplo), la luz no había llegado a eso de las 9 de la noche.

Un incendio en un campo, de unos pastizales, provocó la paralización de una línea de transmisión eléctrica, que unen Campana con General Rodríguez, en el noreste de la provincia de Buenos Aires. De inmediato, salieron de servicio tres líneas de alta tensión. Son las que vinculan las estaciones de General Rodriguez con el área del Litoral. “Como consecuencia de un incendio de campo”, expresó Transener, la empresa que se encarga del sistema de transporte eléctrico para explicar el desperfecto.

La caída de las lineas de transmisión paralizó virtualmente al país casi por cuatro horas. Varias centrales térmicas se fueron “desenganchando” del sistema y restringiendo el abastecimiento eléctrico. A eso de las cinco, el 40% de la generación de electricidad habitualmente disponible en el país estaba fuera de servicio. Se estima que 20 millones de personas estuvieron sin luz en ese momento. Una curiosidad: el Gobierno oficializó el miércoles los aumentos para los clientes de Edenor y Edesur ($ 400 en abril, $ 800 desde junio) en Buenos Aires.

La desconexión de centrales es un mecanismo preventivo frente a la emergencia. Salen del sistema por temor a que un incidente las dañe.

Algunos especialistas consultados pidieron tener más información sobre el incidente antes de opinar. “Si una quema de pastos provoca que la mitad de la red eléctrica se pare, estamos en una situación endeble o poco sólida”, deslizaban, aunque aguardaban más datos al respecto.

La fragilidad del miércoles hizo recordar al apagón del día del Padre de 2019. Allí, hubo una falla en un punto de la red de Transener, que provocó que todo el país se quedara sin luz. En el Gobierno ayer había un pedido para que se investigue quién pudo haber iniciado los incendios.

La responsabilidad de Transener, una empresa compartida por Pampa Energía (de Marcelo Mindlin) y el Estado nacional no estaba en el centro de las acusaciones políticas. Sin embargo, cuadros técnicos explicaron que las redes de Transener no respondieron en la contención del incendio e iniciaron todo el proceso que derivó en el apagón. Faltan estudios para determinar el grado de cumplimiento de la empresa en la concesión del sistema de transmisión. En 2019, había fallado uno de sus controles, según dictaminaron las autoridades.

Los incendios pueden haber sido intencionales o fruto de la alta temperatura del miércoles.

La caída de la primera línea de tensión hizo que un 5% de la generación eléctrica saliera de circulación. En estos casos, centrales atómicas como Atucha 1 se apagan en forma preventiva. No volverá a funcionar hasta el viernes, porque los procesos para reiniciar esa clase de centrales demoran 48 horas. Atucha 2 está fuera de servicio por un problema técnico.

Las primeras tres líneas que salieron de funcionamiento provocaron una suerte de efecto dominó. Diez minutos después, se desconectó otra línea que afectó mayormente al Gran Buenos Aires y una parte de la provincia de Buenos Aires.


A las cuatro y media, la conexión que va desde Mendoza hasta el río Diamante también se cayó y colapsó toda el área de Cuyo, también alcanzando a Neuquén. El sistema quedó partido en Norte y Sur, sin líneas que los conecten entre ellos. El suministro se cortó en otros lugares de  Gran Buenos Aires, la Patagonia y la provincia de Buenos Aires.

A las 16.40, se desenganchó otra línea, que llega a Rosario. Eso hizo colapsar la región Centro (Córdoba, Santa Fe) y sacó a Embalse del sistema. A esa misma hora, la conexión que falló fue la de Santa Cruz, apagando esa provincia.

En ese momento, casi un 40% del país ya estaba sin luz. Se calcula que eran unos 20 millones de hogares. La temperatura media era elevada en casi todo el país, con una sensación térmica que superaba los 30 grados. Justo cuando más se requieren ventiladores y aire acondicionados.

A las 17 se arregló una de las primeras líneas que fallaron, pudiendo revincular el norte y el sur del país. A las 17.20, se corrigió la falla de Rosario, pudiendo incorporar una parte del centro del país a la red conectada.

De todas formas -según los especialistas-, el problema del miércoles no fue por falta de generación. Es decir, que había energía disponible. El problema estaría más en el estado del tendido, con tres líneas que salen de servicio por un incendio de pastizales.

“La interrupción masiva de suministro eléctrico ocurrida esta tarde no fue causada por la Central Nuclear Atucha I, sino por fallas en el sistema interconectado”, aclaro Nucleoeléctrica, la empresa que opera las centrales nucleares. El Gobierno prometió que "investigará" las causas.

Se trató del mayor apagón del país en los últimos 4 años. Un incidente similar tuvo lugar durante el día del padre de 2019, cuando todo el país se quedó sin luz. Se tardó 14 horas en restituirlo por completo.

En esta ocasión, la provincia de Buenos Aires normalizó alrededor de las 7 de la tarde. Media hora después, se recuperó el suministro eléctrico en el centro del país y Cuyo. A las ocho de la noche, en el noroeste también estaba todo funcionando y se declaraba el fin del incidente.

El Gobierno también expresó por la noche que el Litoral y el Noreste no tuvieron inconvenientes. Pero las primeras líneas que se cortaron fueron justo las que conectaban con el Litoral.