Su primo la violó cuando tenía 8 años, nunca fue a la cárcel y teme que abuse de otros
En 2014 un hombre de 23 años abusó sexualmente de su prima de ocho en un paraje del departamento La Candelaria. Traumada por las amenazas del violador que le aseguraba que si hablaba mataría a sus padre, recién pudo hablarlo en 2018 cuando sus padres hicieron la denuncia.
En 2019 el abusador recibió una condena de cinco años de prisión y ahora será beneficiado con la libertad condicional.
Con el permiso de sus padres, la menor de 17 años contó a ElTribuno el aberrante hecho al que fue sometida y pidió justicia por el bien de otras niñas.
Armándose de valentía contó: "Cuando yo era chica, a los 8 años, siempre nos juntábamos a compartir en la casa de mi abuelo paterno. Esa noche justo llovía muchísimo y tuvimos que quedarnos a dormir ahí. Como había pocas camas, teníamos que dormir de a dos o de a tres, y a mí justo me tocó dormir con un primo".
"Recuerdo que llovía y los techos que eran de chapa, sonaban muy fuerte. Esa noche me violó con acceso carnal y después me amenazó para que yo no contara nada. Me decía que si hablaba no me iban a creer y que les iba a pasar algo a mi mamá, a mi papá o mis hermanos".
Cuatro años después pudo contarle a su mejor amigo quien le animó para que le dijera a sus padres: "Recién a los 12 años edad me animé a contarlo. Yo estaba entrando en la adolescencia y tenía un amigo que me hizo sentir la confianza para contarle y me aconsejó que le dijera a mi mamá, porque era algo que estaba mal y que tenía que hacer la denuncia. Después de eso hablé con mi mamá, inmediatamente llamó a mi papá e hicieron la denuncia".
Luego de la denuncia pasó por Cámara Gesell y un año después su abusador recibió la condena de cinco años.
"Para mí es una injusticia que le hayan dado tan pocos años, porque yo era muy chica cuando me hizo eso y me arruinó la vida. Tendrían que haberle dado varios años más y no en su casa, sino en la cárcel. Me parece algo muy injusto", comentó recordando que estos cuatro años el abusador los pasó en su casa.
En La Candelaria hay un grupo para la compra y venta, "él está en ese grupo y desde allí vende coca y cigarrillos. Cuando vi la publicación, sentí mucho miedo porque quizás pueda comunicarse con niños y niñas y hacerles lo mismo que a mí. De tan solo ver una foto de él me aterra y a la vez me indigna que pueda seguir con su vida de manera normal, como si nunca hubiese hecho nada".
"Trato de seguir adelante, en el colegio me va bien y tengo mis amistades. Pero la verdad es que me cuesta y me da mucho miedo cuando por ejemplo veo a hombres grandes cerca de niños, o cuando algún hombre que no conozco se me acerca, me da pánico", dice la adolescente que debido a los costos económicos no puede recibir tratamiento psicológico.
"Sufro de insomnio y me pasa que muchas veces la tengo que despertar a mi mamá porque hay momentos en los que no me puedo tranquilizar sola, pero por suerte la tengo a mi mamá y ella siempre me calma y está conmigo".
En esta línea continuó: "Para colmo ahora me entero que le dieron el beneficio de la libertad condicional. Lo que más bronca me da es que a mí y a mi familia nunca nos avisaron que le iban a dar la prisión domiciliaria, nunca llegó una notificación avisando el porqué de ese beneficio, y para colmo, ahora va a salir de manera condicional".
"Quiero que se haga justicia porque yo no merecía pasar por eso siendo tan chica y menos con un familiar directo, por eso necesito que se haga justicia, porque ni siquiera, económicamente tuve la posibilidad de tener una psicóloga y todavía me cuesta superar este trauma sola", finalizó.