Caso Rosa Sulca: Podrían declarar la responsabilidad penal de la principal acusada
Iniciaron los alegatos en el juicio por el homicidio de Rosa Sulca, que se dividieron en dos jornadas, durante la primera el Fiscal Leandro Flores y el abogado querellante Pablo Tort pidieron la responsabilidad penal de la principal acusada en el homicidio a la maestra Sulca.
Por otra parte este martes se llevará a cabo la segunda jornada de alegatos donde los operarios del servicio de emergencias 911 y dos efectivos policiales serán foco por incumplimiento a los deberes de funcionario público.
En el caso que se produzca la condena a la principal acusada del crimen, intervendrá un juez de menores ya que la involucrada tenía 17 años al momento de los hechos, el Fiscal Flores solicitó el delito de homicidio calificado por criminis causa para la joven, mientras que el querella pide una acusación por homicidio calificado por criminis causa y alevosía.
En cuanto a Martin Oscar Laime (26) la fiscalía solicita 3 años y 4 meses por encubrimiento agravado, en tanto la querella 4 años.
La prueba más importante contra la acusada es el audio del 911, donde se escucha a Sulca pidiendo asistencia ya que estaba siendo atacada mortalmente, a su vez se oye una voz, que se sospecha es de la acusada, donde alude que Sulca es su tía “disculpen, es mi tía, toma pastillas”, mientras se escuchaba a la docente negando esa afirmación.
La declaración de una adolescente fue otra prueba tomada en cuenta por parte del fiscal, en ella da cuenta que la acusada entraba a robar con su hermana menor en el domicilio de la docente, todo esto comentado por parte de esta última a la testigo.
Se cuenta con pruebas de cámaras de seguridad donde se puede ver a la acusada salir apresuradamente de la casa de la víctima, en el camino se cruzó con un testigo quien indicó la vio doblar por un club de Villa Mitre, se dirigía al puente Tinkunaku de Villa Juanita donde compró drogas con efectivo e intercambiando el celular de Sulca. El vendedor, declaró en fiscalía que la joven tenía la ropa, manos y rostro con sangre.