Policiales Por: InformateSalta29/11/2023

Caso “Semilla” Paz: en el bar, antes de los disparos, dio 2 piñas a un mozo y los amenazó de muerte

El 23 de octubre pasado, la ciudad de Salta se vio conmocionada por el violento incidente ocurrido en un bar del Paseo Güemes, el que incluyó disparos efectuados dentro del local por un joven que luego se escapó y, por cinco días, estuvo prófugo hasta que lo detuvieron en la casa de un barrabrava de Juventud Antoniana, en el barrio Costa Azul.

Algunos de los testigos, según conoció InformateSalta, dijeron que llamaron a la policía desde el primer incidente, cuando Paz llegó en una moto y con su ex pareja, pero nunca llegaron. Los que sí lo hicieron fueron los periodistas, quienes se enteraron por las redes sociales.

Otro detalle que llamó la atención tiene que ver con el hallazgo del arma usada por “Semilla”, quien la escondió dentro de un pequeño bolso, el que luego dejó en el auto de su ex mujer, quien llamó a la policía para que revisen el rodado, pues un familiar de Paz insistía en que vaya con el auto porque el acusado había olvidado algo en el interior.

Los peritos de la policía fueron requisaron el vehículo y se llevaron un bolso, tras lo cual dejaron ir a la mujer, quien se marchó a un local de comidas de la zona sur, donde se encontró con otros parientes, quienes encontraron un bolso extraño dentro del auto, en cuyo interior estaba el arma usada por Paz. O sea, los policías erraron en el método de requisa, por lo que la ex mujer debió llamar de nuevo a la policía para que vayan a buscar el arma. 

Cómo fue el ataque 

Esta semana, InformateSalta pudo tener acceso a varias piezas del expediente abierto por el caso, el que tuvo una gran repercusión, tanto local como nacional. Según lo reconstruido por las pesquisas realizadas por el fiscal Ramiro Ramos Ossorio, esa noche, Matías “Semilla” Paz se presentó en el bar “Temple” a las 0.10.

La aparición fue junto a su ex pareja, Trinidad Ponce, quien el 21 había llegado de Estados Unidos y al otro día la pareja, que se había separado por denuncias de violencia de género de ella contra Paz, se reencontró en el departamento del acusado.

Los mozos, en sus respectivas declaraciones, fueron coincidentes en señalar que Paz llegó acompañado de una mujer. Vestía una camisa azul y pantalón bermudas, tipo jean. Ambos estaban en avanzado estado de ebriedad, pero querían seguir con la ingesta alcohólica.

Dado la borrachera que tenían, los mozos se negaron a atenderlos, lo que generó la molestia de Paz, quien en tono de burla le dijo a Roberto Medina, uno de los mozos, si quería que le haga el “4”, pero que estaba visiblemente molesto.

Lucas Castelli, empleado del bar también y testigo directo del incidente, contó que Medina no anduvo con vueltas y le pidió a Paz y su acompañante que se vayan, circunstancias en que el agresor indagó sobre sus nombres. “Quiénes son ustedes, cuáles son sus nombres”, reclamó.

Los trabajadores se identificaron, a lo que respondió: “yo soy Matías Paz”, momento en que el encargado del local intervino y le dijo que también era de apellido Paz, tras lo cual Medina se le acercó y lo invitó a retirarse, momento en que la mujer que lo acompañaba, su ex pareja, lo agarró para sacarlo del lugar y que no haga más problemas.

Cuando se iba, Paz le asestó dos golpes de puño en la cara a uno de los mozos, lo que generó un tumulto y que el encargado se acerque para restablecer el orden, circunstancias en la que Paz recibió un golpe a la altura de la cintura, pero que no le causó impacto.

Una vez que lo sacaron del local, Castelli afirmó que Paz intentó marcharse en la motocicleta en la que se movilizaba, pero se cayó tres veces hasta que pudo hacer algo de equilibrio y salir. Indicó que se marchó solo, pues su ex pareja decidió irse por su cuenta al departamento del acusado, donde había dejado estacionado su auto.

"Vuelvo en 10 minutos"

En su retirada, Paz les dijo a los mozos: “ya vuelvo, en 10 minutos y lo voy a cagar matando”. A los 12 minutos, dos más de lo anunciado, el agresor regresó. Castelli dijo que lo vio entrar nuevamente, pero esta vez se tapaba el rostro con la remera, mientras sacaba un arma de fuego del bolsillo.

“Ahora van a ver”, dijo Paz, para luego hacer un sondeo con el brazo extendido y arma en su mano derecha dirigida a la barra. El encargado contó que escuchó los disparos, así que se lanzó al piso. Los otros mozos, en tanto, dijeron claramente que el agresor, luego les apuntó y gatilló, pero como estaba ebrio, no acertó.

En sus declaraciones, los empleados confirmaron que, en la segunda aparición de Paz en el local, ya lo hizo solo. El apoderado legal de la firma que explota el bar, en tanto, confirmó los dichos de los mozos y se quejó porque, a raíz del ataque, los clientes se fueron sin pagar.