Persecución y forcejeo: Así fue el primer intento de captura de 'Semilla' Paz
Tras el ataque en el bar Temple, Matías “Semilla” Paz se refugió en un edificio de la avenida Bicentenario al 1200, donde un par de policías casi lo atrapan, de no ser por una extraña mujer que lo alertó sobre la presencia policial.
En un informe escrito por el sargento Claudio Sánchez, del Grupo 2 de la Brigada de Investigaciones, al que accedió InformateSalta, se describe un momento culmine del caso, en el que por muy poco, los policías casi atrapan a Paz, quien no estaba solo, pues ya tenía ayuda, no sólo de su ex pareja, sino, aparentemente, de otros familiares.
En su relato, al cual este medio pudo acceder, el sargento cuenta que a las 15.40, se presentó en la bifurcación de la calle Uruguay y la avenida Bicentenario junto a otro suboficial, a fin de relevar a otros camaradas que estaba apostado allí, de incógnito, a la espera de que Paz aparezca.
A los minutos, aparece Paz, quien vestía ropa holgada y oscura, lo que puso en alerta al sargento y su compañero, quienes salieron de su escondite y se acercaron al edificio de manera sigilosa. Estaba sin sus uniformes, por lo que el tirador no se dio cuenta, aunque sí una mujer que apareció en escena y estaba vestida de negro.
Cuando los policías ya tenían casi de frente al “Semilla”, esta mujer misteriosa se dio cuenta de que los dos hombres eran policías, por lo que gritó “Policía”, lo que puso a Paz a correr, siendo perseguido por Sánchez, quien alcanzó a aferrarse de la ropa del prófugo.
En el forcejeo, Paz logró subirse a la moto que tenía en la vereda y la hizo arrancar, aunque no pudo salir raudamente debido a que el sargento no lo soltaba. Según el relato del policía, el prófugo aceleró y con esa maniobra se deshizo del sargento, quien dio la alerta a sus pares para que salga por detrás de Paz.
A toda velocidad, el tirador escapó por calle 12 de Octubre, hacia el oeste, tras lo cual alternó por otras arterias, sin que los policías pudieran atraparlo. En tanto, Sánchez y su compañero, que casi se convierten en héroes con la detención de Paz, volvieron en busca de la mujer de negro, pero la misma ya no estaba.
Por las cámaras de video de una farmacia de la zona, se pudo advertir que la mujer desconocida no era alguien que pasaba por ahí, pues se marchó del lugar con el bolso que Paz había bajado de su escondite. Asimismo, se pudo visualizar a su ex en la entrada del edificio.
Posteriormente, la policía fue más a fondo y visitó a varios familiares de Paz, entre ellos un hermano, una tía, que administra un motel, y la casa de la madre. En los tres casos, los familiares dijeron que desconocían el paradero de Paz, siendo la versión de la progenitora la que más dudas causó.
Resulta que la mujer sostuvo que desde hacía varios días que no veía a su hijo, como así también aseguró que nada sabía del auto VW Bora, sugirió que podía ser de un amigo, cuando, en realidad, era del padre del acusado. Asimismo, en la casa de la madre, los policías vieron la moto en la que “Semilla” se había fugado del edificio sobre avenida Bicentenario.