Coqueros y una nueva moda, agregarle bica con sabores ¿probaste?
¿Coqueros eran los de antes? Sería la pregunta ante la creciente oferta de bicarbonatos saborizados en Salta, cuna de coqueros que solo agregaban a las hojas bica, pero como todo muta y cambia al parecer llegó el turno de esta costumbre.
Desde tiempos inmemoriales la hoja de coca es acompañada con bicarbonato de sodio, que según la creencia popular “le potencia el gustito” exaltando todas sus bondades, aunque desde el punto de vista médico es un cóctel peligroso. Pero ese es otro capítulo que no abordaremos en esta ocasión.
Sin embargo, con el tiempo el paladar rústico del coquero fue cambiando, se fue afinando y comenzó a exigir nuevas sensaciones dando paso así a los bicas saborizados que ya se consiguen en toda Salta.
El bica saborizado surgió para satisfacer una demanda
Para saciar la demanda de nuevas experiencias surgieron tímidamente productos innovadores, entre ellos el “bica saborizado”. La stevia hizo la punta, acompañada por la menta. Estas variantes prepararon el terreno para el arribo de un aluvión de propuestas.
Hoy en los kioscos se ofrecen bicarbonatos sabor a frutilla, banana, menta y limón (conocido como el Roque Narvaja), maracuyá, naranja y chirimoya. Luego se sumaron excentricidades como el choco menta, café, ron, whisky, chicle y sabores a reconocidas marcas de gaseosas y energizantes. La gama es infinita.
Dime de que zona eres y te diré que sabor de bica va con vos
Nela, quien atiende un kiosco de venta de coca y bica en Cerrillos, señaló que en zona sur, en general, se consume el de maracuyá y la chirimoya; mientras que en zona norte, barrio El Huaico y alrededores, de banana y chicle. “En el centro son más de los frutos rojos y el Red Bull”, detalló.
“Depende el lugar, los gustos varían. A uno por ahí le llama la atención ver a un gaucho bajarse del caballo con todo el cotillón: botas, sombrero, pañuelo al cuello y espuelas, y pedir una bolsa coca y un sobre de bica sabor a frutos del bosque o frambuesa. Lo mismo pasa con los camioneros, pero bueno las costumbres van cambiando”, contó la señorita a El Tribuno.